Estudio dado en Huelva el 26 de Julio del 2012
Serie "Los rudimentos de la fe (6)"
Introducción
Ahora vamos a ver el último de los fundamentos de nuestra fe. Sabemos que hay en el cielo Gozo, un rio puro de agua viva, limpia como el cristal y que procede del trono de Dios.
No hay maldición, falta la muerte, falta el mal, no hay lágrimas y no hay noche.
Sin embargo, existe un infierno así como existe el cielo.
No sólo la bendición eterna, sino también el juicio eterno.
Vemos el cuadro de los fundamentos completo
El significado de juicio, del verbo “juzgar” del latín iudicare, significa “Deliberar acerca de la culpabilidad de alguien, o de la razón que le asiste en un asunto, y sentenciar lo procedente.”
Si pensamos que el deber de un juez es “ejercitar juicio” entonces entenderemos que lo que hace es”pedir cuentas”
1. ¿Por qué debemos conocer y enseñar sobre el juicio eterno?
En verdad, a nadie le gusta le gusta que lo juzguen, por lo que se nos hace difícil hablar de la existencia de ese juicio al mundo, pero hay motivos suficientes para hacerlo:
1. Para que estemos continuamente agradecidos por la gracia y la misericordia de Dios (Romanos 5:8-9; 1 Tesalonicenses 1:10). Gracias a Jesús, vamos a estar a salvo de la ira que está por llegar
2. Para vivir en el temor de Dios (Hebreos 10:30-31; 1 Pedro 1:17; Mateo 10:28)
Hay que fijarse en que destruir no significa aquí que el alma desaparezca o se desintegre, sino que será llevada a la ruina. Todavía el alma estará, pero solo será un triste reflejo de lo que debería ser.
Para despertar en nosotros la intercesión por los que están perdidos, debido, como estamos viendo, al horror de morir sin Cristo
3. Para que presentemos el evangelio tal y como es (Romanos 1:16-20)
El evangelio revela tanto la justicia como la ira de Dios. Esto es algo que siempre nos confrontará con el mundo, y que no podemos esconder con mensajes “light”
¿Y cómo se revela o cómo notamos esta ira de Dios?
En la conciencia del hombre, a menos que ésta llegue a estar cauteriza e insensible a causa del pecado
A través de la historia, como por ejemplo con Adán y Eva echados del Edén, el diluvio, la torre de Babel, Sodoma y Gomorra… y muchos ejemplos
En la muerte como algo universal y decidido por Dios, aunque el diablo dijera “No moriréis” (Génesis 3:4) en el huerto del Edén
En las consecuencias del pecado (Gálatas 6.7)
Si sembramos para pecado, recogeremos pecado, y sabemos que el pago del pecado es la muerte
Pero sobre todo en el calvario. A Jesús le costó su vida apaciguar la ira de Dios (2 Corintios 5:21)
Gracias a Dios por el sacrificio de Cristo
2. ¿Qué es el Juicio eterno?
Vamos a ver que dice la Biblia sobre esto
Ser echado en el fuego eterno del infierno (Mateo 18:8-9)
Estar en compañía del diablo y sus ángeles (Mateo 25:41)
Castigo eterno (Mateo 25:46)
Oscuridad, donde habrá llanto y crujir de dientes (Mateo 25:30)
Vergüenza y confusión perpetúa (Daniel 12:2)
La segunda muerte (Apocalipsis 20:14-15)
Pero lo peor de todo viene ahora: Eterna separación de Dios ( 2 Tesalonicenses 1:9-10)
Habiendo admirado la gloria de Dios, debe ser terrible conocer que nunca van a estar con EL, sino en un sufrimiento eterno
3. ¿Cómo se llama el Juicio eterno en la Biblia?
Veamos que nombres recibe el juicio en la Biblia
El grande y terrible día de Jehová (Malaquías 4:5)
El día de la ira de Dios, cuando su justo juicio será revelado
El día de juicio y destrucción de hombres impíos (2 Pedro 3:7)
El gran día de la ira de quien se sienta en el trono y del Cordero (Apocalipsis 6:16-17)
Por tanto, vemos que en la Biblia se da por hecho algo que siempre debemos recordar:
El juicio eterno es CIERTO (Hechos 17:30-31; Isaías 45:23-24)
Todos los que no sean parte del reino de Dios estarán allí en aquel día
El efecto de esto será aterrador (Isaías 2:19; Apocalipsis 6:16-17)
4. ¿Por qué debe haber Juicio?
Si esto es así, y tan terrible futuro le espera al mundo, ¿qué motivos tiene Dios para hacer este juicio?
Por el pecado contra la ley de Dios (Romanos 2:12)
Por la impiedad (2 Pedro 3:7)
Por la maldad (2 Pedro 8:9)
Por la desobediencia (Judas 6)
Por la incredulidad (Juan 3:18)
Por la transgresión (Romanos 5:18)
Y si alguien no se viera reflejado en estas anteriores, para que quede claro esta otra:
Por nuestros malos actos (Juan 3:19)
Jesús nos muestra las tinieblas y la luz.
Quien elige la luz, queda libre de todo el juicio que conlleva lo anterior
Pero todo juicio necesita un juez que juzgue. ¿Quién será el encargado de hacerlo en el juicio final?
5. ¿Quién es el juez de este juicio?
Dios mismo (Hechos 17:31)
El Hijo (Juan 5:22-27)
Los santos (1 Corintios 6:2-3)
6. ¿Cuáles son los principios que utiliza el juicio divino?
La medida de luz o verdad revelada que sea aceptada (Mateo 10:14-15)
Todo el conocimiento divino (Juan 8:15-16; Romanos 2:2).
Dios lo sabe todo, es el juez perfecto porque dispone de todas las pruebas
Las palabras de Dios (Juan 12:48-50)
Sus palabras son vida, y quien no las recibe será también juzgado
Nuestra responsabilidad personal (Romanos 14:10-12)
Nuestra conducta personal (2 Corintios 5:10; Romanos 2:5-6)
La imparcialidad divina (1 Pedro 1:17)
Tenemos la seguridad de que Dios nos va a juzgar a todos por igual, sin importar quienes seamos en este mundo
El trato dado a los hijos de Cristo (Mateo 12:50; 2 Tesalonicenses 1:5-10)
Dios avisa a aquellos que hacen mal a sus hijos, y los avisa de las consecuencias.
¿Nos desesperamos cuando la gente nos maltrata por ser hijos de Dios?
Dios está al control de todo
La ley (Romanos 2:12)
El pecado es pecado con o sin ley, porque es transgresión
La rectitud y la justicia (Romanos 2:5; Apocalipsis 19:11)
Sólo Aquel que es justo tiene potestad para impartir justicia
Los motivos y los pensamientos (1 Corintios 4:5; Romanos 2:16)
Como ya sabemos, también por lo oculto de nuestros corazones seremos juzgados
El mismo evangelio (2 Tesalonicenses 1:8)
Dios nos ha dado a conocer sus planes para librarnos del juicio venidero.
¿Qué podemos esperar si no queremos atender a Su Palabra?
¿Qué sentido tendría entonces que Cristo muriera por nosotros?
Ya tenemos preparado el juicio.
Tenemos al juez, los acusados, los testigos, las pruebas y los cargos.
¿Qué queda entonces? Fijarle fecha y lugar de celebración
7. ¿Cuándo ocurre el juicio?
1. Ya ha ocurrido
Con Satanás (Juan 16:8-11; Colosenses 2:15)
Con el mundo (Juan 12:31)
Con el hombre (Juan 5:24; Romanos 5:9)
Aquel que haya creído a Dios, ya está juzgado con sentencia firme: vida eterna
2. Está ocurriendo
Con los pecadores (Romanos 1:18-22)
Hay un juicio permanente, en el que aquellos que no oyen la voz de Dios se hacen culpables
Con los cristianos (1 Corintios 11:31-32)
Este juicio de Dios para con nosotros es para bendición, ya que la sentencia es un castigo para reprendernos y que no nos perdamos
3. Ocurrirá
Después de la muerte (Hebreos 9:27)
En el día final (Juan 12:48)
En la venida de Cristo (Mateo 25:31; 2 Tesalonicenses 1:7-10)
4. El lugar donde ocurrirá será en:
El trono de Su gloria, para las naciones (Mateo 25:31-46)
El tribunal de Cristo, para los santos (Romanos 14:10; 2 Corintios 5:10)
Un gran trono blanco, para los pecadores (Apocalipsis 20: 11-15)
Resumen
Que los pecadores serán juzgados por el pecado y sepultados para siempre en el olvido (2 Tesalonicenses 1:8-9; Apocalipsis 11:18; Mateo 25:46; Apocalipsis 20:15)
Los justos en Dios vivirán para siempre con Cristo y recibirán las recompensas por lo que hayan hecho.
Los justos en Dios han de ir a un lugar donde la muerte y la maldición no existe y donde viviremos con Jesús por siempre.
Los que no aceptan el camino de Dios para ellos a través de Jesús, irán al castigo eterno
Está establecido que los hombres mueran una sola vez, y después de esto el juicio (Hebreos 9:27).
Ser Juez es uno de los atributos de Dios.
Dios es santo, justo y no puede mentir.
No hay sombra de variación, debe ser conforme a Su naturaleza y carácter.
El pecado y la rebelión del hombre contra Dios, por tanto, deben ser juzgados
El juicio eterno es una verdad fundamental que debería motivarnos como discípulos de Jesús a vivir en el temor de Dios y a alcanzar a los perdidos y los que están muriendo
Nosotros como discípulos de Jesús necesitamos rescatar a los perdidos y preocuparnos de verdad por los que se están muriendo
Jerónimo Perles Moreno
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