viernes, 31 de enero de 2014

El juicio eterno (26.07.12)

Estudio dado en Huelva el 26 de Julio del 2012
Serie "Los rudimentos de la fe (6)"


Introducción


Ahora vamos a ver el último de los fundamentos de nuestra fe. Sabemos que hay en el cielo Gozo, un rio puro de agua viva, limpia como el cristal y que procede del trono de Dios.
No hay maldición, falta la muerte, falta el mal, no hay lágrimas y no hay noche.
Sin embargo, existe un infierno así como existe el cielo.
No sólo la bendición eterna, sino también el juicio eterno.
Vemos el cuadro de los fundamentos completo

El significado de juicio, del verbo “juzgar” del latín iudicare, significa “Deliberar acerca de la culpabilidad de alguien, o de la razón que le asiste en un asunto, y sentenciar lo procedente.”
Si pensamos que el deber de un juez es “ejercitar juicio” entonces entenderemos que lo que hace es”pedir cuentas”

1. ¿Por qué debemos conocer y enseñar sobre el juicio eterno?


En verdad, a nadie le gusta le gusta que lo juzguen, por lo que se nos hace difícil hablar de la existencia de ese juicio al mundo, pero hay motivos suficientes para hacerlo:

1. Para que estemos continuamente agradecidos por la gracia y la misericordia de Dios (Romanos 5:8-9; 1 Tesalonicenses 1:10). Gracias a Jesús, vamos a estar a salvo de la ira que está por llegar

2. Para vivir en el temor de Dios (Hebreos 10:30-31; 1 Pedro 1:17; Mateo 10:28)
Hay que fijarse en que destruir no significa aquí que el alma desaparezca o se desintegre, sino que será llevada a la ruina. Todavía el alma estará, pero solo será un triste reflejo de lo que debería ser.
Para despertar en nosotros la intercesión por los que están perdidos, debido, como estamos viendo, al horror de morir sin Cristo

3. Para que presentemos el evangelio tal  y como es (Romanos 1:16-20)
El evangelio revela tanto la justicia como la ira de Dios. Esto es algo que siempre nos confrontará con el mundo, y que no podemos esconder con mensajes “light”

¿Y cómo se revela o cómo notamos esta ira de Dios?
En la conciencia del hombre, a menos que ésta llegue a estar cauteriza e insensible a causa del pecado
A través de la historia, como por ejemplo con Adán y Eva echados del Edén, el diluvio, la torre de Babel, Sodoma y Gomorra… y muchos ejemplos
En la muerte como algo universal y decidido por Dios, aunque el diablo dijera “No moriréis” (Génesis 3:4) en el huerto del Edén
En las consecuencias del pecado (Gálatas 6.7)
Si sembramos para pecado, recogeremos pecado, y sabemos que el pago del pecado es la muerte
Pero sobre todo en el calvario. A Jesús le costó su vida apaciguar la ira de Dios (2 Corintios 5:21)

Gracias a Dios por el sacrificio de Cristo

2. ¿Qué es el Juicio eterno?


Vamos a ver que dice la Biblia sobre esto

Ser echado en el fuego eterno del infierno (Mateo 18:8-9)
Estar en compañía del diablo y sus ángeles (Mateo 25:41)
Castigo eterno (Mateo 25:46)
Oscuridad, donde habrá llanto y crujir de dientes (Mateo 25:30)
Vergüenza y confusión perpetúa (Daniel 12:2)
La segunda muerte (Apocalipsis 20:14-15)
Pero lo peor de todo viene ahora: Eterna separación de Dios ( 2 Tesalonicenses 1:9-10)

Habiendo admirado la gloria de Dios, debe ser terrible conocer que nunca van a estar con EL, sino en un sufrimiento eterno

3. ¿Cómo se llama el Juicio eterno en la Biblia?


Veamos que nombres recibe el juicio en la Biblia

El grande y terrible día de Jehová (Malaquías 4:5)
El día de la ira de Dios, cuando su justo juicio será revelado
El día de juicio y destrucción de hombres impíos (2 Pedro 3:7)
El gran día de la ira de quien se sienta en el trono y del Cordero (Apocalipsis 6:16-17)

Por tanto, vemos que en la Biblia se da por hecho algo que siempre debemos recordar:

El juicio eterno es CIERTO (Hechos 17:30-31; Isaías 45:23-24)
Todos los que no sean parte del reino de Dios estarán allí en aquel día
El efecto de esto será aterrador (Isaías 2:19; Apocalipsis 6:16-17)

4. ¿Por qué debe haber Juicio?


Si esto es así, y tan terrible futuro le espera al mundo, ¿qué motivos tiene Dios para hacer este juicio?

Por el pecado contra la ley de Dios (Romanos 2:12)
Por la impiedad (2 Pedro 3:7)
Por la maldad (2 Pedro 8:9)
Por la desobediencia (Judas 6)
Por la incredulidad (Juan 3:18)
Por la transgresión (Romanos 5:18)
Y si alguien no se viera reflejado en estas anteriores, para que quede claro esta otra:
Por nuestros malos actos (Juan 3:19)

Jesús nos muestra las tinieblas y la luz.
Quien elige la luz, queda libre de todo el juicio que conlleva lo anterior
Pero todo juicio necesita un juez que juzgue. ¿Quién será el encargado de hacerlo en el juicio final?

5. ¿Quién es el juez de este juicio?


Dios mismo (Hechos 17:31)
El Hijo (Juan 5:22-27)
Los santos (1 Corintios 6:2-3)

6. ¿Cuáles son los principios que utiliza el juicio divino?


La medida de luz o verdad revelada que sea aceptada (Mateo 10:14-15)
Todo el conocimiento divino (Juan 8:15-16; Romanos 2:2).
Dios lo sabe todo, es el juez perfecto porque dispone de todas las pruebas
Las palabras de Dios (Juan 12:48-50)
Sus palabras son vida, y quien no las recibe será también juzgado
Nuestra responsabilidad personal (Romanos 14:10-12)
Nuestra conducta personal (2 Corintios 5:10; Romanos 2:5-6)
La imparcialidad divina (1 Pedro 1:17)
Tenemos la seguridad de que Dios nos va a juzgar a todos por igual, sin importar quienes seamos en este mundo
El trato dado a los hijos de Cristo (Mateo 12:50; 2 Tesalonicenses 1:5-10)
Dios avisa a aquellos que hacen mal a sus hijos, y los avisa de las consecuencias.
¿Nos desesperamos cuando la gente nos maltrata por ser hijos de Dios?
Dios está al control de todo
La ley (Romanos 2:12)
El pecado es pecado con o sin ley, porque es transgresión
La rectitud y la justicia (Romanos  2:5; Apocalipsis 19:11)
Sólo Aquel que es justo tiene potestad para impartir justicia
Los motivos y los pensamientos (1 Corintios 4:5; Romanos 2:16)
Como ya sabemos, también por lo oculto de nuestros corazones seremos juzgados
El mismo evangelio (2 Tesalonicenses 1:8)

Dios nos ha dado a conocer sus planes para librarnos del juicio venidero.
¿Qué podemos esperar si no queremos atender a Su Palabra?
¿Qué sentido tendría entonces que Cristo muriera por nosotros?

Ya tenemos preparado el juicio.
Tenemos al juez, los acusados, los testigos, las pruebas y los cargos.
¿Qué queda entonces? Fijarle fecha y lugar de celebración

7. ¿Cuándo ocurre el juicio?


1. Ya ha ocurrido
Con Satanás (Juan 16:8-11; Colosenses 2:15)
Con el mundo (Juan 12:31)
Con el hombre (Juan 5:24; Romanos 5:9)

Aquel que haya creído a Dios, ya está juzgado con sentencia firme: vida eterna

2. Está ocurriendo
Con los pecadores (Romanos 1:18-22)
Hay un juicio permanente, en el que aquellos que no oyen la voz de Dios se hacen culpables
Con los cristianos (1 Corintios 11:31-32)
Este juicio de Dios para con nosotros es para bendición, ya que la sentencia es un castigo para reprendernos y que no nos perdamos

3. Ocurrirá
Después de la muerte (Hebreos 9:27)
En el día final (Juan 12:48)
En la venida de Cristo (Mateo 25:31; 2 Tesalonicenses 1:7-10)

4. El lugar donde ocurrirá será en:
El trono de Su gloria, para las naciones (Mateo 25:31-46)
El tribunal de Cristo, para los santos (Romanos 14:10; 2 Corintios 5:10)
Un gran trono blanco, para los pecadores (Apocalipsis 20: 11-15)

Resumen


Que los pecadores serán juzgados por el pecado y sepultados para siempre en el olvido (2 Tesalonicenses 1:8-9; Apocalipsis 11:18; Mateo 25:46; Apocalipsis 20:15)

Los justos en Dios vivirán para siempre con Cristo y recibirán las recompensas por lo que hayan hecho.
Los justos en Dios han de ir a un lugar donde la muerte y la maldición no existe y donde viviremos con Jesús por siempre.
Los que no aceptan el camino de Dios para ellos a través de Jesús, irán al castigo eterno

Está establecido que los hombres mueran una sola vez, y después de esto el juicio (Hebreos 9:27).
Ser Juez es uno de los atributos de Dios.
Dios es santo, justo y no puede mentir.
No hay sombra de variación, debe ser conforme a Su naturaleza y carácter.

El pecado y la rebelión del hombre contra Dios, por tanto, deben ser juzgados

El juicio eterno es una verdad fundamental que debería motivarnos como discípulos de Jesús a vivir en el temor de Dios y a alcanzar a los perdidos y los que están muriendo

Nosotros como discípulos de Jesús necesitamos rescatar a los perdidos y preocuparnos de verdad por los que se están muriendo

Jerónimo Perles Moreno



La resurrección de los muertos (14.06.12)

Estudio dado en Huelva el 14 de Junio del 2012
Serie "Los rudimentos de la fe (5)"


Introducción


La palabra resurrección significa “levantamiento” o “levantarse”. 
En su forma verbal significa “hacer levantar, levantar; despertar del dormir y de la muerte”. 
Como discípulos de Jesús no solo vivimos por un tiempo, sino por la eternidad, somos seres eternos.

Jesús vivió la cruz, pero con la eternidad de fondo (Hebreos 12:2).
El acto de Jesús se proyecta hacia la eternidad. 
Nosotros hemos de seguir a Jesús. 
George Whitefield, predicador del siglo XV, expresó esto con la siguiente expresión: “Ojalá trabajase toda la eternidad, orase toda la eternidad, predicase toda la eternidad; sólo quiero a Dios”

1. La resurrección en la Biblia


1. En el Antiguo Testamento

Ya en los tiempos de Job, seguramente en el tiempo de Abraham y los patriarcas, existía la creencia en la resurrección, como vemos en Job 19:25-27.
También fue anunciada en Isaías 26:19; Daniel 12:2; Oseas 13:14, etc.…
Esta es la resurrección futura o profética, pero hay otra que es la resurrección milagrosa de la vuelta a la vida realizada a través de hombres de Dios. 

Algunos ejemplos son:
La viuda de Sarepta (1 Reyes 17:17-24)
El hijo de la sunamita (2 Reyes 4:32-35)
El hombre en el sepulcro de Eliseo (2 Reyes 13:20-21)

2. En el Nuevo Testamento

De igual forma, el milagro de la resurrección está muy presente en el Nuevo Testamento. 
Veamos varios ejemplos:

Resucitados por Jesús:
La hija de Jairo (Marcos 5:35-42)
El hijo de la viuda en Naín (Lucas 7:11-17)
Lázaro (Juan 11:41-45)

Resucitado por los apóstoles:
Pedro: Dorcas (Hechos 9:36-42)
Pablo: Eutico (Hechos 20:9-12)

2. Tres aspectos temporales de la resurrección:


1º  (PASADO) La resurrección de Jesucristo
(Mateo 28:6; Lucas 24:36-39; Hechos 1:3)

La resurrección de Jesús nos declara varias cosas:

Que Jesús es supremo sobre toda cosa creada (Mateo 28:18; Efesios 1:20-23)
Que el juicio futuro es seguro (Hechos 17:31)
Que Jesucristo es el Hijo de Dios (Romanos 1:4)
Que los creyentes son justificados por su resurrección (Romanos 4:25)
Que la muerte es derrotada (Romanos 6:8-9)
Que hay un sacerdote en el trono de Dios (Hebreos 10:12)
Que hay un nuevo nacimiento en una esperanza viva (1 Pedro 1:3)

Pero esta enseñanza no solo puede significar que tenemos conocimiento que Jesús resucitó de entre los muertos…. ¡¡¡¡¡¡¡¡Es que tenemos que creerlo!!!!

Razones para la resurrección de Cristo 

Por lo menos pueden citarse siete razones importantes para la resurrección de Cristo.

1. Cristo resucitó debido a quien es Él (Hechos 2:24).
2. Cristo resucitó para cumplir con el pacto davídico (Lucas 1:31-33)
3. Cristo resucitó para ser el dador de la vida resucitada (1 Juan 5:11-12). 
4. Cristo resucitó de modo que Él sea la fuente del poder de la resurrección (Efesios 1:19-21)
5. Cristo resucitó para ser la Cabeza sobre la Iglesia (Efesios 1:20-23)
6. Cristo resucitó para que nuestra justificación sea cumplida (Romanos 4:25).
7. Cristo resucitó para ser las primicias de la resurrección (1 Corintios 15:20-23)

2º  (PRESENTE) La resurrección espiritual del creyente en Jesucristo 
(2 Corintios 5:14-17; Gálatas 2:19-20; Colosenses 2:12)

Dios nos dio vida cuando estábamos muertos por nuestros delitos y ofensas, pero nos dio la vida junto a Cristo en comunión con El. 
Junto a El nos resucitó en lugares celestiales.

Evidencias de esta resurrección presente:

Se manifiesta una nueva vida (Romanos 6:4)
Se establece una nueva actitud ante la vida (Romanos 6:11)
Obedecemos a un nuevo Señor (2 Corintios 5:15)
Tenemos un nuevo propósito en la vida (Colosenses 3:1-4)

3º  (FUTURO) La resurrección final de todos los que están en las tumbas

¿Dice algo Jesús de la resurrección? (Mateo 22:25-33) en la conversación con los saduceos.

3. ¿Cuántas resurrecciones habrán? 


Según la Biblia, tendrán lugar dos resurrecciones:

1º Para los que duermen en Cristo (1Tesalonicenses 4:14-18):

El Señor regresa en Su gloria (1 Tesalonicenses 4:16-18)
Los justos muertos son resucitados (1 Tesalonicenses 4:16)
¿Cómo le llama la Biblia a los que sean resucitados primero? (Apocalipsis 20:6)
¿Cuándo tendrá lugar la resurrección primera? En el día postrero (Juan 11:23-24)
Llegará con la trompeta final (1 Corintios 15:51-52)

2º Para los impíos y demás muertos (Apocalipsis 20:1-5)

En esta segunda resurrección, Cristo y los santos bajan a la tierra junto a la Ciudad Santa (Apocalipsis 21:2-3)
Satanás es liberado por un tiempo (Apocalipsis 20:7-8)
Los impíos resucitan y son destruidos (Apocalipsis 20:9)

El destino de las dos resurrecciones es bien distinto: 
La primera es para bienaventuranza, los que hayan de estar con el Señor en el reino del milenio. 
La segunda es para condenación, mil años después, para aquellos que son enemigos de Dios. 
     

4. ¿Qué pasará con nosotros?


Estaremos en vida eterna (Daniel 12:2-3)
Tendremos un cuerpo glorioso como el de Cristo (Filipenses 3:20-21) 
Será conforme a la voluntad de Dios (1 Corintios 15:35-38)
Nuestros cuerpos serán imperecederos y levantados en gloria  (1 Corintios 15:42)
Serán cuerpos espirituales (1 Corintios 15:44)
Seremos glorificados con Cristo (Colosenses 3:4; Juan 17:24)
Seremos los primeros en resucitar (Apocalipsis 20:6)

Señalar que la muerte segunda es la SEPARACION ETERNA de Dios, la que se produce cuando permanecemos en muerte espiritual. 
Esta segunda muerte es el infierno, y Dios y solo Dios ha establecido como paga del pecado. 
Como decía el salmista, en ese día (Salmo 17:15) 

5. ¿Qué efecto debe producirnos la resurrección como cristianos?


Debemos evitar hacer lo que queramos y así pecar (1 Corintios 15:32-34)
Debemos mantenernos firmes y trabajar para el Señor (1 Corintios 15:58)
El día de la resurrección es el día de la recompensa (Lucas 14:12-14)
Jesús indicó que en aquel día hallarían la recompensa. 
Este es el contexto en el que miramos al tribunal de Cristo (Apocalipsis 20:11-15)

Doctrinas “cristianas” equivocadas que corrigen la existencia del tribunal de Cristo:

“Lo que importa es que seamos salvos y vayamos al cielo”.
No somos salvos por obras, lo sabemos, pero son las obras las que importan cuando somos salvos.

“Todos seremos iguales en el cielo”.
En cierto sentido, en cuanto tenemos el mismo salvador, pero no sólo habrá recompensas, sino que también habrá pérdida de recompensas.

“Vive como quieras, que ya has sido salvado”.
Sabemos que la gracia es gratis, pero no es nada barata. Recordemos que precio tiene.

6. ¿Qué sucederá ante el tribunal de Cristo?


Rendiremos cuentas de manera individual. 
Ya no podremos señalar a otros como culpables. 
La responsabilidad es nuestra y no podremos culpar a los demás ni a las circunstancias

Estaremos ante Cristo el Juez justo. 
Nos juzgará en amor e imparcialidad. 
Su memoria es perfecta, así que mejor dejemos la hipocresía porque entonces habrá pura honestidad. 
Si somos honestos ante Dios y confesamos nuestros pecados nos perdona, pero ahora que es tiempo

Responderemos de lo que hayamos hecho a nosotros mismos. 
Rendiremos cuentas de lo que hemos permitido a los ojos mirar, a los oídos oír, a la mente creer, a nuestros labios decir, etc.… 
Por otro lado, rendiremos cuentas también por lo que hemos hecho con nuestro tiempo, con nuestro dinero, con los talentos que Dios nos dio… 
Nuestros secretos serán revelados (Romanos 2:16; 1 Corintios 4:5)
No solo nuestros actos serán juzgados, sino también los motivos de ellos serán revelados.

¿Cómo serán las recompensas?  (1 Corintios 3:14)
Recibiremos coronas por llevar a muchos a la justicia (Daniel 12:3)
Estas coronas durarán para siempre (1 Corintios 9:24-25)
Serán coronas de justicia (2 Timoteo 4:7-8)
Serán coronas de vida (Santiago 1:12)
Serán coronas de gloria (1 Pedro 5:1-4)
La recompensa será recibida al final (2 Timoteo 4:7).
Agarrémonos a lo que tenemos para que nadie nos quite nuestra corona (Apocalipsis 3:11). 

Necesitamos estar al día con el Señor, dedicados en cuerpo, alma y Espíritu
¿Qué debemos hacer ante esto? ¿Cómo actuar?

Trabajar, porque vemos que el Señor recompensa a todos según su conducta y sus hechos (Jeremías 32:19)
Hacer este trabajo en el poder del Espíritu Santo. No hagamos obras muertas, sino con fe hacia Dios 
(Juan 6:63). 
No juzgar a los demás (Romanos 14:10-13)
Trabajar en el temor a Dios (2 Corintios 5:10)
Trabajar sinceramente y con motivos correctos (Colosenses 3:23)

Dice un poema:

“Cuando esté delante del tribunal de Cristo, Y El me muestre el plan que tenía para mi,
Ese plan de mi vida como hubiera podido ser Si hubiera vivido en Su voluntad.
Cuando vea cómo le impedí aquí y le bloqueé allá Y no entregaba mi voluntad a El,
Veré pena en los ojos de mi Salvador, Pena, aunque todavía me ame
El me hubiera inundado de riquezas, Pero estaré allí pobre, Desnudo de todo menos de Su gracia.
Mientras, la memoria correrá persiguiéndome Por los años que no puedo volver a trazar.
Entonces mi corazón desolado casi casi se romperá Con las lágrimas que ya no puedo derramar,
Me cubriré la cara con las manos vacías Y agacharé la cabeza sin corona
Señor, con los años que me quedan Que ahora pongo en tu mano,
Tómame, fúndeme, moldéame Al diseño que Tú has planeado”.

Jerónimo Perles Moreno


jueves, 30 de enero de 2014

La imposición de manos (24.05.12)

Estudio dado en Huelva el 24 de Mayo del 2012
Serie "Los rudimentos de la fe (4)"


Introducción


El llamamiento del Espíritu Santo es que sigamos creciendo hacia la madurez.
Para esto necesitamos que nuestros fundamentos espirituales estén bien echados, siendo la imposición de manos una progresión de las tres verdades fundamentales que ya hemos visto, porque redirige la atención de nosotros mismos hacia los demás, convirtiéndonos en instrumentos de la bendición de Cristo.

La imposición de manos puede ser definida como el acto en el que una persona pone la mano sobre el cuerpo de otra con algún propósito espiritual, acompañando este acto con oración y/o una palabra profética.

Algunos ejemplos en AT

Los israelitas ponían sus manos antes del sacrificio significando la transferencia de pecado, identificando la ofrenda por el pecado (Levítico 1:1-5; 16:21-22)
Jacob imparte una bendición a Efraín y Manasés por la imposición de mano, acompañando una palabra profética, la de sus descendencias (Génesis 48:14)
Moisés imparte a Josué su autoridad y sabiduría a través de las manos. (Deuteronomio 34:9)
Vemos la transferencia de liderato, y pone a Josué en condiciones para ser el líder.

1. Razones en el NT para la imposición de manos


1. Para impartir sanidad
Jesús impartió sanidad a través de la imposición de manos (Lucas 4:40; 13:10-13)
Los ancianos ungen con sus manos y oran para sanidad (Santiago 5:14-16)
Los creyentes somos animados a imponer las manos para impartir sanidad (Marcos 16:17-18; Hechos 28:8-9)

2. Para impartir bendición
Jesús impartió la bendición a niños (Mateo 19:13-15; Marcos 10:13-16)
Jesús puso la mano sobre Juan y le dijo “no temas”. Aunque no sea propiamente una bendición, le confortó por la revelación que le iba a ser dada (Apocalipsis 1:17)

3. Para impartir el bautismo del Espíritu Santo
Son los líderes los que estaban involucrados en impartir el bautismo en el Espíritu Santo a través de la imposición de manos (Hechos: 9:10-17 (Historia de Ananías); 19:6)
Vemos en Hechos 8:14-17 como en Samaria esperaron a Juan y Pedro para impartir la bendición del Espíritu Santo

4. Para impartir dones espirituales
(1 Timoteo 4:14; 2 Timoteo 1:6; Romanos 1:11)

5. Para apartar a gente para una obra concreta
A través de la imposición de manos se comisiona específicamente para cumplir esa obra. También se comisionaban diáconos de esta forma por parte del liderato (Hechos 13:2-3)
Destacar que los líderes siempre escogen a personas llenas de fe, de sabiduría y del Espíritu Santo para papeles de liderazgo en la iglesia, incluso en las áreas más prácticas de trabajo (Hechos 6:1-6)
Recordar también que para recibir algo de Dios, hace falta tener fe

Cuidado al imponer las manos
Se refiere principalmente a apartar a alguien para un ministerio (1 Timoteo 5:22)
Pablo se dirige en 1 Timoteo 3:1-6 a Timoteo, en quien delega la responsabilidad de levantar líderes.
Se refiere a que el momento no sea el oportuno en elegir a alguien para el liderazgo, y en la necesidad de que sea maduro
Decimos entonces que es Dios quien escoge el liderato y elige el momento para declararlo, y es cuando otros líderes deben ser llamados para imponerles las manos

2. La importancia de la imposición de manos en la Iglesia


1. Para servicio
Expresamos nuestro servicio, que es la base del ministerio cristiano, al Señor por nuestras manos, impartiendo bendición, sanidad… a otro ser humano (Marcos 10:43-45)

2. Para dar
Cuando imponemos las manos por fe, ministramos o damos la vida de Dios en nosotros a los demás, y a su vez, para que podamos dar de nuevo (Lucas 6:38; Hechos 3:6).

3. Para habilitar un llamamiento
La Iglesia necesita más hombres y mujeres con un llamamiento de Dios en su vida, así como la unción que los habilite en ese llamado (Hechos 13:1-3)
Que el liderato imponga las manos es una manera de impartir esa habilidad a los que Dios llama

3. Resumen


La imposición de manos es parte esencial de un cuerpo que funciona.
Recibimos vida de Jesús, la cabeza, y a través de las manos, liberamos e impartimos esa vida.
Todo discípulo de Jesús lleno del Espíritu tiene el poder de Cristo para sanar, para ministrar o para dar bendición, y ese poder es liberado por la imposición de manos.

Jerónimo Perles Moreno



La doctrina de bautismos (26.04.12)

Estudio realizado en Huelva el 26 de Abril del 2012
Serie "Los rudimentos de la fe (3)"


Introducción


Hay tres bautismos principales para el cristiano, y otro que puede ser incluido para los que quieren seguir adelante en Cristo:

Bautismo por un Espíritu en un cuerpo
Bautismo en agua
Bautismo en el Espíritu Santo
Bautismo con fuego

1. Bautizados en un cuerpo


Todos los creyentes deben ser conscientes de este bautismo o no son creyentes (1 Corintios 12:12-14; Efesios 4:4-5)
Los otros bautismos son la herencia que adquirimos al morir Jesús en la cruz.
Podemos llegar al cielo sin estos bautismos, pero debemos ser bautizados por El en un nuevo cuerpo, y esto ocurre cuando nos convertimos.
Cuando nos rendimos a El, el Espíritu Santo entra nuestra vida.
Dice Romanos 8:9 que “si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de El”.
Cada bebé en la fe es analizado por el Espíritu Santo y colocado en el cuerpo de Cristo.
Los problemas llegan cuando los creyentes se impacientan y quieren el sitio donde ha sido colocado por sí mismo. Como decía Pablo en Filipenses 4:11.

Sólo la cabeza del cuerpo, el cual es Jesús mismo, puede cambiar la función de cada persona en este cuerpo, incluso al cuerpo entero si es necesario.
Así que necesitamos escucharle e ir a donde El nos diga que vayamos y hacer cualquier cosa que nos diga que hagamos.

El sentido de este bautismo es universal porque hemos sido bautizados por un único Espíritu en este cuerpo. Nunca más necesitamos sentirnos solos porque tenemos millones de hermanos en todas partes del mundo. Necesitamos al cuerpo de Cristo y formamos parte de el.
No somos independientes en el cuerpo de Cristo, sino interdependientes, o sea, que nos necesitamos los unos a los otros para que el cuerpo sea expresión de Jesús como Dios pretende que sea.
Todos necesitamos funcionar porque el cuerpo no puede funcionar plenamente sin nosotros.
Cada miembro es importante.

El Cuerpo de Cristo es un lugar seguro.
Deberíamos ser la gente más segura de la tierra porque somos parte de un Cuerpo del cual Jesucristo mismo es la cabeza y la ama y se preocupa de el
¿Te sientes inseguro o aislado en el Cuerpo de Cristo? (Efesios 5:23-32).
Tenemos también la seguridad el uno del otro, pero necesitamos vivir en el cuerpo para poder disfrutar de este beneficio, y no estando separados.
Sin este primer bautismo, los demás carecen de sentido

2. El Bautismo en agua


Este es un acto del creyente expresado de forma física, con la que queremos decir una verdad espiritual.
Lo que queremos decir en verdad es que compartimos con Cristo el hecho de Su muerte y Su resurrección.
Lógicamente, sabemos que la persona bautizada no muere al pecado como lo hizo Jesús, sino que da testimonio público de que es válida la muerte del Señor.

Al entrar en el agua y ser completamente sumergido, simbolizamos la muerte de la vieja naturaleza.
La dejamos en el agua y subimos resucitados a la nueva vida en Jesús, declarando que viviremos para El como discípulos (Gálatas 2:20).
Nos ponemos de acuerdo con Dios por voluntad propia sobre los efectos de la muerte de Su Hijo.
De buena gana, alegremente y con gozo nos asociamos a la obra redentora del Calvario.

¿Por qué sumersión total?
La palabra griega para bautismo es “baptize” que significa bañar o sumergir.
La palabra se usaba para describir la sumersión total de un trapo en tinte.
Juan el Bautista bautizaba en el río porque había allí “muchas aguas”, lo cual indica sumersión total (Juan 3:23).
La razón principal es que solamente la sumersión total puede simbolizar propiamente el entierro, es decir, “una tumba acuosa” (Romanos 6:4; Colosenses 2:12).

¿Por qué debe ser bautizada en agua una persona?
Es un mandamiento de Jesús (Mateo 28:19)
Es la señal de una buena conciencia hacia Dios (1 Pedro 8:21)
Porque Jesús mismo fue bautizado (Mateo 3:13-17)
Es una forma de circuncisión (Colosenses 2:11-12)
Era una doctrina fundamental de la iglesia primitiva (Hechos 2:41; 10:47-48)
El bautismo en agua simboliza lavamiento o limpieza (Hechos 22:16) Esto es solo un símbolo de que somos limpiados por la sangre de Jesús (Apocalipsis 1:5), y de que somos limpiados por la Palabra de Dios (Juan 15:3)
Es una confesión externa de lo que ha pasado en nuestro interior. Expresa nuestra identificación con Jesús (Romanos 6:1-11)

Con el bautismo en agua confesamos también que:
1. Creemos en el cielo (nuestra creencia en la muerte y resurrección de Jesús) (1 Corintios 15:3-4)
2. Que formamos parte de la iglesia
3. Que hemos roto nuestra relación con el mundo
4. Que hemos dejado de lado al diablo y nos hemos trasladado al lado de Dios.

3. Bautismo en el Espíritu Santo


Dios nos ha dado también el poder para vivir en el sitio al cual nos ha traído (Hechos 1:8).

¿Por qué ser bautizado en el Espíritu Santo?
1. Es un mandamiento (Efesios 5:18).
Este versículo en el griego original sería mejor traducido como “sed llenos continuamente con el Espíritu”. Nosotros solo podemos ser llenos hasta donde llegue nuestra capacidad de recibir.
Al principio puede ser muy pequeña, pero a medida que vamos madurando esta capacidad aumentará. Entonces necesitamos ser llenos continuamente hasta la capacidad que tengamos en ese momento
2. Da nuevo poder y valor para testificar (Hechos 1:8; 2:14; 4:31-33)
3. Es necesario para la liberación de los dones del Espíritu Santo (1 Corintios 12:7-11)
4. Es necesario para dar evidencia del fruto del Espíritu Santo (Gálatas 5:22-23)
5. Es necesario para vivir una vida dedicada para dar la gloria a Dios (Juan 16:14)
6. Hace a Jesús más real para nosotros (Juan 15:26; 16:13-15; Hechos 9:17)
7. Produce mayor eficacia en la oración (Romanos 8:26-27; 1 Corintios 14:4,15)
8. Nos pone en condiciones para adorar a Dios en verdad (Hechos 2:11; 10:46; Juan 4:23-24; Efesios 5:18-20
9. Trae un nuevo entendimiento y amor a la palabra de Dios (Juan 16:13; 1 Corintios 2:9-16)
10. Nos da poder para realizar las cosas que Dios nos llamado a hacer (Hechos 1:8)

¿Todos necesitamos ser llenos?
Para ser llenos necesitamos tener el corazón limpio. 
Necesitamos confesar nuestros pecados y perdonar a los demás, sin importarnos cuanta razón tenemos (1 Juan 1:7-9, Lucas 6:37-38)
Después necesitamos tener sed (querer ser llenos), venir a Jesús y entonces beber (recibir al Espíritu Santo)
Luego, desde lo más profundo de nuestro ser saldrán ríos de agua viva (es decir, el Espíritu Santo) (Juan 7:37-39)

¿Qué señal tenemos de que hemos sido llenos con el Espíritu Santo?
Jesús mismo, Su obra y Su poder para actuar.
Todos los creyentes, cuando son bautizados por el Espíritu Santo, tienen la capacidad de hablar en lenguas.

Lo que sucedió en la Biblia cuando la gente fue llena del Espíritu Santo:
120 personas hablaron en otras lenguas (Hechos 2:4) y hablaron la Palabra de Dios con audacia (hechos 4:3)
Cornelio y los demás que estaban con él hablaron en otras lenguas y alabaron a Dios (Hechos 10:46)
Pablo recibió la vista (Hechos 9:17-18)
Los efesios hablaron en otras lenguas y profetizaron (Hechos 19:6)
En Hechos 8:17-24, la biblia no dice qué, pero Simón vio algo en los samaritanos
Jesús empezó el ministerio para el cual había venido a la tierra (Lucas 4:18-19; Hechos 10:38)

En resumen, el bautismo en el Espíritu Santo es dado a los que lo buscan con fe (Gálatas 3:2-5)
No ha de ser rogado, luchado, rogado, no debe producirnos angustia ni nos quedamos atrás por no obtenerlo.
Es un don gratuito del Señor Jesús a Sus discípulos para dotarles en el camino como lo hizo El (Lucas 11:11-13).

4. Bautismo con fuego


La paja de la que habla es la del pasaje de Mateo 3:11-12.
Es toda cosa que carece de valor.
La paja tal vez sea necesaria para que crezca el trigo, pero llega un momento en que no se necesita y hay que desprenderse de ella

Necesitamos esos momentos de quebrantamiento y purificación para que Dios pueda cambiarnos y moldearnos en lo que quiere que seamos.
Este puede ser un proceso duro (Isaías 6:5-7), pero el resultado es que llegamos a ser más como Jesús
Cuando quitamos basura o escoria de nuestra vida nos volvemos creyentes más íntegros en el área en la que hemos sido tratados.
Quitamos el estorbo que produce, y por tanto, somos liberados para ser más lo que Dios quiere que seamos.
Digamos que nos convertimos en vasos más capaces de realizar la obra de Dios en nosotros.

Dios utiliza las circunstancias y las presiones de la vida para lograr este proceso de purificación.
Pero podemos confiar en El, nunca nos impondrá algo que no podamos llevar.
Sin embargo, a menos que sepamos reconocer y a asumir la presión (las pruebas de la vida), si nos entregamos a Dios en aquellas cosas que sabemos que no podemos pelear solos, entonces seremos cambiados.
Dios quitará lo que debe ser quitado, y seremos más hábiles en el servicio a Dios, sobre todo en aquello en lo que hemos sido tratados

Dios está al control de nuestra vida y nuestras circunstancias, y si miramos hacia El y hacemos lo que El quiere, entonces podemos confiar en que El nos cuida y que hace lo mejor para nosotros.
Recuérdalo en el día de la prueba: somos Sus hijos.

Muchos pedimos a Jesús que nos cambie, pero cuando viene la presión clamamos a El para que nos la quite, y en realidad, corremos alejándonos de la respuesta que Dios nos está dando de aquella primera petición
Necesitamos entregar nuestra vida a El y dejarle hacer lo que quiera.
Esto puede costar y puede traer consigo sufrimiento (1 Pedro 4:12-19; 2 Timoteo 2:3; Apocalipsis 2:10), pero al final seremos más como Jesús y Su poda en nuestra vida hará que seamos más fructíferos (Juan 15:2)

5. Resumen


Cuando nos convertimos en discípulos de Jesús, nos hacemos parte, somos bautizados en el cuerpo mundial de Cristo por el Espíritu Santo.
Sabemos con seguridad que la cabeza del cuerpo que es la iglesia es Jesús, y que se interesa por cada uno de nosotros como miembros de ella.
En el bautismo en agua simbolizamos que hemos muerto a nuestra vieja naturaleza, y que ahora vivimos en la nueva que Jesús ha puesto disponible para nosotros por el Espíritu Santo
El bautismo en el Espíritu Santo nos da el poder para vivir como discípulos de Jesús
El bautismo en fuego es el proceso purificador por el cual todos los discípulos de Jesús necesitamos pasar si hemos de llegar a ser más como El.

Jerónimo Perles Moreno



La fe en Dios (18.03.12)

Estudio realizado en Huelva el 18 de Marzo de 2012
Serie "Los rudimentos de la fe (2)"


Introducción


Vamos a seguir con el estudio sobre que importante es tener unos buenos fundamentos.
Vamos a leer de nuevo Hebreos 6:1-3.
Hasta ahora hemos visto el primer de estos fundamentos, el arrepentimiento de obras muertas.
Ahora vamos a seguir cimentando nuestro edificio.
El segundo fundamento es el de la fe en Dios.

La fe en Dios es una progresión natural del arrepentimiento de obras muertas.
Antes de este arrepentimiento, nuestra atención se había dirigido hacia nosotros mismos,
y ahora, después de arrepentirnos, dirigimos esa atención hacia Dios.
Por tanto, Las Obras muertas siempre impiden la fe hacia Dios.
Tenemos que primero “volvernos de” para capacitarnos en “volvernos hacia”.
El arrepentimiento es un paso necesario para que se desarrolle la fe hacia Dios.
De hecho, cualquier cosa aparte de la fe en Dios está muerta: (Hebreos 11:6; Romanos 14:23)

¿Cómo definimos entonces la fe a raíz de esta verdad fundamental?
Como “Tener confianza, certeza, o seguridad en otra persona y en la palabra de esa persona”.
Yo me “fio” de esa persona, y me creo lo que dice.
O lo que es lo mismo, “Tener fe en Dios lleva consigo un cambio de confianza, de uno mismo(como en la primera viñeta) a depositar la confianza en EL”.
Una vez hecho esto, ahora debemos desarrollar esta fe

1. ¿Cómo podemos desarrollar la fe hacia Dios?


1. Teniendo correctas actitudes de la mente
Necesitamos persuadirnos en nuestra mente.
La palabra “Fe” viene del griego “Pistis” que significa “persuasión firme; creencia fuerte y bienvenida; la convicción de la verdad de cualquier cosa”.
Veamos como Pablo no tenía dudas sobre la certeza de su verdad en 2 Timoteo 1:12

Tenemos que darnos cuenta de la inutilidad de la vida sin Dios. (Leamos 1 Juan 5:4-5).
La fe lleva consigo también una actitud humilde y sumisa a la voluntad de Dios, y debemos confesar esta actitud, debe ser mostrada, como Jesús mismo hizo (Filipenses 2:5-8)

2. Darnos cuenta que la fe es “Sustancia” y es “Realidad”
La fe no es nuestra imaginación ni el deseo de las cosas que queremos que sean.
Es la Convicción de la verdad por la obra del Espíritu Santo en nuestro interior.
Si Dios nos ha dado la fe para algo, podemos estar seguros que ese algo está en la mente de Dios, que realmente existe y que podemos hacerlo nuestro (Hebreos 11:1).
Dios no falla, es real y podemos depositar en El nuestra fe (Números 23:19)

3. Darnos cuenta de que la fe es un don de Dios:
No podemos esforzarnos hasta que consigamos creer, esto no depende de nosotros mismos.
Es el Espíritu Santo quien debe poner la capacidad de creer a Dios dentro de nuestro corazón (Efesios 2:8)
¿Quién es el autor y consumador de nuestra fe? (Hebreos 12:2)

4. Desarrollando nuestra fe por medio de nuestro conocimiento de Dios
No podemos confiar en quien no conocemos.
Cuanto más conocemos a Dios, su fidelidad, su amor, su carácter, lo grande que es…. Más podremos confiar en El.
Una verdadera fe hacia Dios está basado en esto
Estos son algunos ejemplos de cómo actúa y como es Dios (Deuteronomio 7:9; Salmos 9:10; 1 Tesalonicenses 5:24)

2. Cómo podemos llegar a conocer a Dios


Por la revelación del Espíritu Santo que nos hace de El a través de las Escrituras,
Por la revelación directa a nosotros de acuerdo a las Escrituras, es decir, por medio de las experiencias de la vida al tiempo que nosotros, por fe, demostramos que tenemos a Dios (Hebreos 11:6).

No podemos llegar a conocer a nadie realmente si no es hablando con el, y nosotros podemos hacerlo
a través de la oración.
La oración manifiesta dos cosas:
Nuestro deseo de corazón de que todo lo que hagamos esté dentro de la voluntad de Dios
Nuestra confesión de nuestra total dependencia de Dios.
Esta dependencia no sería posible sin la fidelidad de Dios hacia nosotros.

Recuerda estas cosas:

1. Su fidelidad es grande e inagotable (Salmo 89:33-34; 119:90)
2 .Necesitamos encomendarnos a Su fidelidad (1 Pedro 4:19; Hebreos 10:23)
3. Y que debemos magnificar su fidelidad (Salmo 92: 1-2; 89:1)

Volvemos a ver como podemos desarrollar  nuestra fe

3. La fe como experiencia de sentir a Dios y su fidelidad


A más fe tenemos hacia Dios, más experimentamos Su fidelidad, que Su Palabra se cumple, y a su vez, más crece nuestra fe, como una cosa que alimenta a la otra.
También nos ha dado Dios los dones (milagros, sanidad, etc …), que son señales que deben servirnos para dirigirnos a El y así hacer aumentar nuestra fe:
Los discípulos de Jesús creyeron en El cuando hacía señales (Juan 2:11)

También la fe crece como consecuencia de recordar la fidelidad de Dios en momentos pasados. Recordemos tiempos atrás y veamos como las promesas de Dios se han ido cumpliendo en nuestras vidas y como entonces sentimos y experimentamos que Dios fue fiel con nosotros.

4. La fe como una respuesta al oir


Dios comunica Sus pensamientos a través de Su Palabra.
Cuando el Espíritu nos habilita para oir lo que nos está diciendo, nuestra respuesta debe ser creer y persuadirnos que lo que nos dice es Verdad y que es para nosotros (Romanos 10:17)

Si cuando nos es dada la Palabra de fe, nos mantenemos firmes en ella como certeza que es, y luego actuamos en ella cuando es apropiado hacerlo, recibiremos el Poder creador de Dios trabajando en y por medio de la Palabra dada, para que se lleve a cabo lo que se nos ha prometido.
Jesús nos dice que por fe nada es imposible para nosotros (Mateo 17:20).
Tener fe es pasar de fiarse de un conocimiento sensitivo (el humano), a fiarnos de una fuente de conocimiento más alta, el conocimiento revelado.

El conocimiento sensitivo es el del hombre natural que recibe por sus cinco sentidos.
Este es un conocimiento muy limitado, y es descrito como “sabiduría humana” (1 Corintios 2:4-6)
En cambio, el conocimiento revelado no está basado en los cinco sentidos ni en razonamientos naturales, sino en una fuente más alta: La verdad que está expresada en la Palabra de Dios.
Es revelada por el Espíritu Santo al espíritu del hombre, y se describe como sabiduría de Dios (1 Corintios 2:7-16).

¿Cómo quedaría entonces la verdad expresada en Hebreos 11:1: "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve."
La fe es la certeza (la confirmación, nuestro título de propiedad de la verdad, irrefutable) de lo que esperamos, la convicción (la prueba) de lo que nosotros no vemos. La fe percibe como algo real lo que no es revelado a los sentidos.

Volvemos al último punto de la fe hacia Dios

5. Hacer de la fe nuestro estilo de vida


La fe no es una actitud mental hacia los problemas.
La fe es la misma naturaleza de Dios: Creó el universo por la fe (Hebreos 11:3)
La naturaleza antigua del hombre es dominada por fuerzas negativas como el temor, la duda, la confusión, el error….
Pero la naturaleza nueva de la persona nacida de nuevo en el Espíritu recibe todo el potencial de Dios, convierte en orden el caos (Génesis 1:2), cambia la vida por la muerte, la sanidad por la enfermedad, la verdad por el error, la justicia por el pecado….. y tantas cosas.
La fe es la expresión máxima de esta nueva naturaleza

Resumen


1. A partir del arrepentimiento de obras muertas hacemos que la fe hacia Dios se desarrolle
2. Como hemos visto, Sin fe es imposible agradar a Dios
3. La fe es creer a ciencia cierta que lo que Dios ha dicho pasará
4. La fe conlleva confiar más en Dios que lo que lo hacemos en nosotros mismos
5. La fe hacia Dios es el estilo de vida del discípulo
6. La fe proviene de Dios
7. La fe crece a medida en que crece nuestro conocimiento de Dios

Jerónimo Perles Moreno




El arrepentimiento de obras muertas (12.02.12)


Estudio dado en Huelva el 12 de Febrero de 2012
Serie "Los rudimentos de la fe (1)"


Introducción


Ya vimos en Lucas 6:46-49 como el Señor Jesús es la roca sobre la cual debemos construir nuestro “edificio espiritual”. Leemos el pasaje:

6: 46  "¿Por qué me llamáis "Señor, Señor", y no hacéis lo que yo digo?
6: 47  Todo aquel que viene a mí y oye mis palabras y las obedece, os indicaré a quién es semejante.
6: 48  Semejante es al hombre que, al edificar una casa, cavó y ahondó y puso el fundamento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el río dio con ímpetu contra aquella casa, pero no la pudo mover porque estaba fundada sobre la roca.
6: 49  Pero el que las oyó y no las obedeció, semejante es al hombre que edificó su casa sobre tierra, sin fundamento; contra la cual el río dio con ímpetu, y luego cayó y fue grande la ruina de aquella casa".

Vemos en el versículo 47 quién es aquel que construye una vida sólida
Todo aquel que viene a mi” ----   Tiene una relación con Jesús
 “y oye mis palabras” ----------   Oye y conoce Su Palabra
 “y las hace” ---------------------Hace Su voluntad

Vemos también como nos describe dos maneras de construir: en la roca o en la arena.
Jesús nos describe dos maneras de construir:
1. Mal, sobre la arena, un fundamento inestable, que es como construye el mundo con materiales como el materialismo, la ambición, las filosofías, las tradiciones, etc.
2. Hacerlo sobre la roca sólida, que es nuestro Señor Jesucristo, que es la Palabra viva y la verdad.

¿Con cual nos quedamos? ¿Cuál tiene aspecto de resistir?
Vemos el dibujo y explicación

Hebreos 6:1-3


"Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección, no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios, de la doctrina de bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno. Y esto haremos, si Dios en verdad lo permite."

1. La importancia del arrepentimiento:


El primer llamamiento al pecador es “arrepentirse del pecado”.
El primer llamamiento al cristiano nacido de nuevo es “arrepentirse de obras muertas”
Recordemos lo que es el arrepentimiento (2 Crónicas 7:14): "Si se humilla mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oran, y buscan mi rostro, y se convierten de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra."

"Arrepentir" viene de la palabra griega que significa "cambiar de pensamiento."
Lo podemos definir entonces como un cambio de opinión y actitud que conduce a un cambio en nuestra manera de proceder, o sea, implica un abandono intelectual y de corazón en cada cosa que produzca “discusión” con Dios.
Hay que darle a El toda la razón, reconocer que estamos completamente equivocados con nuestras excusas y disculpas cuando cometemos pecado.

El arrepentimiento es cambiar los fundamentos inestables de nuestra vida por los fundamentos de Dios.
En si, este cambio es uno de estos fundamentos necesarios para la edificación de nuestro edificio.
Cuando no lo hacemos, el resultado es un desvío de la verdad que hemos recibido.

2. Arrepentimiento verdadero


Además de lo que hemos visto, el arrepentimiento es:

1. Tristeza de Dios por el pecado
Cuando lo vemos como lo ve El, sentimos una verdadera tristeza hacia Dios (Salmo 38; 2 Corintios 7:10):
2. Confesión de pecado
Salmos 32:5; 1 Juan 1:9
3. Una voluntad verdadera de abandonar el pecado
Proverbios 28:13
4. Odiar el pecado
Ezequiel 20:43-44
5. Incluye restitución
como vemos en Levítico 6:1-6, o como vemos en el caso de Zaqueo en Lucas 19:5-9.

Esto que hizo Zaqueo fue agradable a los ojos de Dios. (Explicar)
Arrepentirse no es algo que se haga una vez y ya es para siempre, sino que es un actitud de corazón básica para nuestra relación continua con Dios.
Ahora vamos a ver las obras muertas

3. Que son las obras muertas


Muerto significa “vacío de vida”.
Es todo aquella cosa que emprendemos que no haya sido iniciada por Dios, vacía de la vida de Dios.
Si Dios no la ha iniciado, si no ha dado Su “permiso de obra”, estará muerto en sí mismo.
Es lo que hagamos en el momento equivocado o con el motivo equivocado, o sea, no hacerlo para el único motivo correcto, la Gloria de Dios.

Hay dos categorías de obras muertas:

1. Lo que hicimos antes de ser convertidos:

Pecados u obras de la carne (Gálatas 5:19-21)
Las obras del diablo (1 Juan 3:8)

Ante esto, Sólo Su obra nos justifica (Efesios 2:8-9; 2 Timoteo 1:9; Tito 3:5)
Somos purgados de obras muertas para servir al Dios viviente (Hebreos 9:14)

2. Lo que está vacío en nuestro servicio a Dios

Ejemplos:
La iglesia de Sardis parecía estar viva pero estaba muerta (Apocalipsis 3:1-2)
David se equivocó al poner su confianza en la cosa equivocada, y murieron 70000 hombres (2 Samuel 24:10)
Moisés al matar al egipcio, porque era falso celo (Exodo 2:11-12)

Nuestro ejemplo debe ser Jesús, que nunca hizo una obra muerta, no hizo nada por sí mismo, sino solamente lo que el Padre le mostraba que hiciera (Juan 5:19,30; 7:16; 14:10)
No deberíamos tener ninguna disculpa como discípulos de Jesús (Juan 14:16).
El Espíritu viene a vivir con nosotros cuando nos hacemos discípulos, y además nos prometió (Juan 16:13-14)
Dios está buscando quien crezca en madurez con El, discípulos con los que se puede contar e imitar por su fe.
Tenemos el ejemplo de Pablo (1 Corintios 4:15-16).
El nos conoce y no espera que corramos cuando no sabemos gatear, irá con nosotros a la velocidad que podamos aguantar.
El quitar obras muertas prepará el camino para edificar con buenos fundamentos para seguir construyendo hacia la madurez.
Dejaremos de ser bebés, siempre con el Espíritu Santo en cada paso del camino para ayudarnos. Necesitamos construir una relación con El, y aprender a confiar en El.

Resumen


El arrepentimiento es una “media vuelta” en nuestras actitudes y acciones.
Necesitamos ver las cosas como las ve Dios
Una obra muerta son todas las cosas que hacemos que no ha sido iniciada por Dios, y por tanto, desprovista de la vida de Dios.
Necesitamos que el arrepentimiento de las obras muertas sea un fundamento establecido en nuestra vida para poder seguir hacia la madurez en Dios
No tenemos excusa para hacer o tener obras muertas, ya que el Espíritu Santo vive dentro de nosotros
Sigamos el ejemplo de Jesús, que solo hizo lo que el Padre le mostró que hiciera
Dios quiere que seamos discípulos maduros de Jesús, dejando atrás la infancia espiritual
Amen

Jerónimo Perles Moreno





Los unos a los otros (17.11.11)

Estudio realizado en Huelva el 17 de Noviembre de 2011


Introducción


Conversación con los hermanos en la última reunión de siervos sobre la necesidad de estar juntos y compartir la vida con ellos. 
No quiero hacer el sermón de los ejemplos acudiendo al sword del uno por los otros.
Explicar las diferencias entre "los unos y los otros" y "los unos o los otros". 

El servicio de los unos para con los otros significa "apoyarse" los unos en los otros. 
Tenemos que ayudar, sostener y amarnos los unos a los otros, para poder edificarnos los unos a los otros en nuestra fe.
Este servicio que nos prestamos debe hacerse en la práctica, quiero decir que el otro lo note, y de manera personal hacia cada uno de los miembros del cuerpo de Cristo que se encuentran en necesidad. 
Esta es la manera que Cristo utiliza para extender Su amor para con Su pueblo. 
La Iglesia hace la función de brazos para abrazar, labios para besar, manos para tocar como si fuera el Señor mismo quien lo hiciera a través de los miembros de Su cuerpo. 

Quiero que veamos alguna parte de Hechos para ver como actuaban los miembros de la primera iglesia, y ver así como podemos nosotros actuar en comparación:

1. Los Miembros en relación al Señor. (Hechos 2:41;46-47) 
Esta era su prioridad: adorar, agradecer y alabar a Dios. 

2. Los Miembros en relación unos a otros. (Hechos 2:44-46). 
Juntos compartían comidas en sus casas, y nadie se quedaba con hambre o sin un sitio donde dormir. 
Cada uno daba lo que podía para los que estaban en necesidad y dice que esto era hecho con "gran gozo". 

3. Miembros en relación al mundo. (Hechos 2:43;47). 
De lo que los miembros hacían con respecto a Dios y con respecto los miembros de la iglesia, procedía su testimonio hacia el mundo. 
Y al ver esto, cada día nuevos creyentes eran agregados a la congregación de los santos. 
Este es un cuadro perfecto del plan de Dios y de Su propósito para nosotros y Su Iglesia.

Como seres humanos, todos tenemos necesidades, a saber: Emocionales, materiales y espirituales
Así que, bíblicamente, unos a otros, debemos darnos: 
• apoyo emocional
• apoyo material
• apoyo espiritual 

1. El apoyo emocional


El primer apoyo que debemos prestarnos los unos con los otros, se relaciona con nuestras necesidades emocionales. 
Esto tiene que ver con nuestra necesidad de relacionarnos unos con otros.
No hemos sido creados para "arreglárnoslas solos" (Génesis 1:26, 2:18).
Fuimos hechos para la comunión con Dios y entre unos con los otros, para amarnos los unos a los otros. 

Sin esa relación estamos incompletos. 
Y eso no es bueno. 
Nos necesitamos los unos a los otros muchísimo. 
Dios lo planeó así desde el principio y para siempre, la necesidad de tener comunión los unos con los otros.
La palabra griega para "comunión" es koinonia, palabra que todos conocemos, pero, Koinonia ¿para qué? 

1. Koinonia para compartir la vida juntos, en torno a un propósito común. 
Para el cristiano, el propósito común es básicamente una Persona, y esa Persona es Jesús. 
La vida que nosotros compartimos es Su vida en nosotros. 

2.  Koinonia para suplir las necesidades emocionales
Esta comunión es muy práctica y es muy útil en la vida cotidiana. 
La comunión de los cristianos está diseñada para capacitarnos para lidiar con las necesidades y los deseos más profundos de nuestros corazones. 
La palabra griega para "comunidad" es también "koinonia". 
Una "comunidad", es un grupo de gente que está unida alrededor de un interés común. 
¿Y cual es ese interés para nosotros? 
La vida del Señor mismo en cada uno de nosotros. 

En Su vida está Su amor y Su verdad. 
Su amor es sin condiciones, y tiene el poder de perdonar, sanar y restaurar. 
Ahora bien, corremos el riesgo de ser reales, sinceros y abiertos, en una comunidad verdadera de cristianos. Ahí es donde podemos encontrar ayuda, cuando nos mostramos como realmente somos.

Necesitamos koinonía por las siguientes razones. 

CUANDO HEMOS:                                                             NECESITAMOS SER: 
1. Fracasado                                                                          Perdonados
2. Tropezado                                                                         Apoyados
3. Sido heridos                                                                       Sanados
4. Sido atados                                                                        Liberados
5. Errado                                                                               Corregidos
6. Perdido nuestro camino                                                       Dirigidos
7. Sido asustados                                                                   Protegidos
8. Sido rechazados                                                                 Aceptados
9. Sido odiados                                                                    Amados

Estas son algunas de las necesidades emocionales que deben ser encontradas en cada comunidad cristiana. 
Pero sólo si somos activos en esta comunión, podremos afrontar como iglesia, como grupo, como comunidad, nuestras necesidades como hijos de Dios.
En esta sociedad en la que vivimos encontramos un enfrentamiento frontal a estos comportamientos que hemos visto. 
Así también fue en la Iglesia primitiva de Jerusalén poco después de que empezó. 

Los dirigentes judíos de aquel día, no recibieron bien que digamos a la comunidad cristiana recién formada, mas bien fueron tratados con mucho odio y crueldad.
Los nuevos creyentes, entonces, se reunían no sólo para adorar y aprender más acerca de Jesús, sino también para apoyarse los unos a los otros en una sociedad que no les quería.
Este rechazo al evangelio cristiano, que promueve el crecimiento y el apoyo de los unos a los otros, se han formado a lo largo de toda la historia de la Iglesia. 
No debemos sorprendernos. 
El dios de este mundo (Satanás), siempre se ha opuesto a los propósitos de Dios y ha perseguido a Su pueblo.

3. Koinonia como relación con los hermanos
La manera práctica en que la Iglesia primitiva apoyó a sus miembros fue a través de la comunión en sus hogares. 
La iglesia en Jerusalén comenzó el domingo de Pentecostés con tres mil miembros, y su comunión creció rápidamente cuando enormes cifras de hombres y mujeres eran añadidas a medida que pasaban los días. 
Según he visto, algunos creen que pudieron haber crecido a unos treinta mil o cuarenta mil en el siguiente par de años. 

¿Cómo se puede reunir a un grupo de este tamaño? 
No consta que intentaran encontrar o edificar un lugar grande para reunirse. 
En vez de esto, lo que hacían era animar a los creyentes a reunirse en las casas, en grupos más pequeños.  
De esta manera, los apóstoles podían mantenerse en contacto con toda la gente a través de los ancianos que habían sido nombrados a la cabeza de cada grupo más pequeño.

Las casas a menudo estaban edificadas en forma de U y no tenían muro en la parte de atrás. 
Las diferentes habitaciones de la casa, por lo tanto, se abrían en un amplio patio interior. 
Era un lugar ideal para tener amplias y excelentes reuniones y cultos caseros.
Los hogares eran lugares naturales y sencillos para la comunión y el ministerio práctico. 

4. Koininia para llegar a los necesitados
Seguro que todos nosotros somos conscientes de que los niños pequeños necesitan más que comida y ropa caliente. 
También necesitan ser tocados, abrazados y besados. 
Pero los adultos podemos morir también por falta de amor, aunque se trata de un proceso más lento. 
Para algunos se trata de una muerte en vida sin ser amados, sin ser queridos y sin nadie que cuide de ellos. 

En las naciones occidentales la soledad es uno de los grandes males de nuestro tiempo. 
Alguna vez te puedes sentir solo en medio de una multitud, si sentimos que nadie nos conoce o se preocupe por nosotros. 
En La Iglesia debemos alcanzar de una manera especial o personal a los que han llegado a separarse de la vida diaria de la congregación.
Esto es una realidad manifiesta en lo que respecta a los ancianos, los enfermos y los que se encuentran solos.

Como hemos visto, una de las razones para los cultos de comunión en las casas en la Iglesia primitiva, era proveer el apoyo emocional que cada miembro necesitaba. 
No hablo ya de la Iglesia en si como institución, sino como comunidad. 
Cada persona sabía que pertenecía a un grupo que oraba y que cuidaba de ella, que la aceptaba y que la amaba en el Señor. 

¿Sabemos nosotros si tenemos a nuestro lado a diario a hermanos preocupados de nosotros? 
La comunidad debe ser un lugar donde el amor de Dios pueda ser compartido de manera práctica y personal, donde los demás puedan vivir y notar el beneficio de estar en el seno de la voluntad de Dios.
Y esta es la manera del Padre de proveer dirección, corrección, protección y provisión divina; todo, dentro del marco cálido y personal de Su familia, porque eso es lo que conlleva pertenecer a Su familia. 
Que no se nos olvide.

Nos sentimos seguros al saber que somos apoyados por hermanos y hermanas en la familia de Dios. 
Es una comunión en la que podemos dar y recibir capacidades y dones divinos. 
En verdad es un lugar donde podemos adorar, trabajar y testificar juntos. 

2. El apoyo material


La segunda manera en que la Biblia nos enseña a servirnos los unos a los otros, está en el área de las necesidades materiales. 
Esto incluirá no sólo el dinero, sino también otras cosas materiales y servicios prácticos. 

1. Como era En La Iglesia Primitiva

Veamos cómo la Iglesia primitiva actuó para desarrollar un sistema de apoyo a los miembros necesitados. Miremos a la iglesia recién fundada en Jerusalén. (Hechos 4:34-35)
Lo que hacemos con nuestro dinero, y cómo lo hacemos, revela lo que hay en nuestros corazones, para bien y para mal. 

Dios protegió a la Iglesia de Jerusalén del orgullo y del engaño (la mentira) de una manera impresionante. Esto es lo que sucedió en Hechos 4:36-5:11 
Después, como recordaréis, el mismo final trágico le sobrevino a su esposa Safira. 

Como nunca había ni habrá suficiente dinero para ayudar a todos, veamos varios puntos o principios importantes del sistema de apoyo financiero que la Iglesia formó: 

Existían las Peticiones De Ayuda. 
Aquellos miembros que vivían vidas de servicio a otros, y estaban necesitados, eran ayudados
Pablo establece principios prácticos para la ayuda financiera para los miembros de la Iglesia. 
Por ejemplo, él enseñó que tenemos la responsabilidad de las viudas: "Honra a las viudas que en verdad son viudas" (1 Timoteo 5:3). 
De Edad Avanzada O Enfermizas. 
La persona necesitada deberá ser de edad avanzada o enfermiza, sin poder trabajar para mantenerse a sí misma. (1 Timoteo 5:9). 
Trabaje Si Puede. 
Aquellos que están capacitados mental y físicamente para trabajar, que trabajen. No deberán ser mantenidos por la iglesia. (2 Tesalonicenses 3:10-12). 
Que los parientes Tomen Responsabilidad. 
Los parientes (familiares) deben tomar la responsabilidad por familiares que están muy mayores o enfermos para poder trabajar. (1 Timoteo 5:4, 8). 
Deben merecerlo. 
Aquellos a los que se les da apoyo financiero deben merecerlo. (1 Timoteo 5:9, 10). 

Pero el ejemplo perfecto lo tenemos en la Iglesia de Jerusalén
Muchos de los creyentes procedían de fuera de la ciudad; habían venido a Jerusalén para la Fiesta de Pentecostés, y después de confesar a Cristo como su Salvador y Mesías, fueron bautizados en agua, llenos del Espíritu Santo.
Algunos se unieron a la comunidad cristiana en Jerusalén. 
Con el tiempo muchos se quedaron sin dinero y les fue muy difícil encontrar trabajo. 
Algunos eran pobres y otras eran viudas. 
Pero el vínculo de amor dentro de la familia de Dios era tan fuerte, que muchos fueron movidos a vender lo que poseían. 
El dinero recibido entonces, fue dado a los apóstoles y a los dirigentes para que lo compartieran correctamente con los que estaban necesitados. 

2. Nadie Fue Forzado A Dar. 

No hubo presión alguna sobre la gente para que vendieran lo que poseían. 
Los creyentes respondieron ante las necesidades que fueron surgiendo, compartiendo libre y con gozo de lo que tenían con los que no tenían nada. 
Y esto se hacía bajo la supervisión de los dirigentes. 
Por lo tanto, todo fue hecho de manera correcta y ordenada, como Dios lo tiene establecido.

El pecado de Ananías y Safira no fue que retuvieran parte del dinero que recibieron por la venta de su terreno. 
Estaban en su derecho de retener todo el dinero de la venta si deseaban hacerlo. 
Los apóstoles no se hubieran enfadado con ellos si lo hubieran hecho así. 
No, el pecado de Ananías y su esposa fue que mintieron acerca del dinero que dieron. 
Pretendieron hacer creer que daban todo el dinero de la venta de su propiedad para la obra de Dios, pero la verdad fue que no lo hicieron, ya que se quedaron con parte del dinero. 
Quizás pensaron que su donación les haría populares ante los ojos de los apóstoles y de la gente, o no querían quedar mal ante los demás porque otros si lo habían hecho antes.
El punto es que no tenían que dar, ni tenían que mentir. 
Hubieran seguido siendo amados y aceptados por la comunidad si sus corazones hubieran sido rectos para con Dios. 

3. Era Necesario Contar Con Dirigentes Justos

La Iglesia primitiva estaba dirigida por lideres justos, hombres honestos y de buen carácter. 
Los apóstoles habían sido educados por el mismo Señor Jesús. 
Pero sin embargo, hubo un hombre en medio de su grupo que había sido tomado por el diablo porque era deshonesto y codicioso. 
Su nombre era como ya sabemos Judas. 
Al final, perdió su vida de manera trágica. 
No sólo se vendió a Satanás, sino que vendió a su Señor. 
¡Qué advertencia debería ser esto para todo el pueblo de Dios en cualquier época! 

Quizás, esa sea la razón por la cual Dios tratara tan severamente a Ananías y a Safira. 
El Señor vio que el mismo que había movido y motivado a Judas a hacer lo que hizo, Satanás, estaba intentando abrirse camino en la comunidad cristiana en Jerusalén.
El mismo Espíritu Santo se movió suavemente para desarraigar el mal antes de que pudiera esparcirse por toda la comunidad. 

Todos se dieron cuenta, ya que, "un temor grande y santo cayó sobre toda la iglesia" (Hechos 5:11). 

4. La Administración Financiera. 

Ahora podemos comprender el porqué los apóstoles fueron tan cuidadosos de ver que los dineros fueran manejados de una manera correcta y honesta. 
Era un deber serio que tenían delante del Señor. 
Por lo que estamos viendo en Hechos, vemos que diseñaron un plan o norma para la administración cuidadosa de las cuentas para tratar de evitar problemas, a saber:

1) Los lideres debían ser Líderes Honestos Y Llenos Del Espíritu. 
Aquellos que eran responsables de los asuntos de negocios de la iglesia, eran hombres competentes, honestos, llenos del Espíritu y de buen testimonio. 
Eran hombres sabios y honestos, cuyo carácter y conducta eran conocidos por la comunidad. 
No eran desconocidos o extranjeros, sino fieles siervos en la comunidad de los santos. 
En sus vidas diarias y sus asuntos personales y en familia, demostraban que eran dignos de confianza. 

2) Las Necesidades Aparecieron Primero. 
La "gente" con necesidades apareció antes que el "programa" para las necesidades. 
Cuando surgieron las necesidades, se les informaba o se les hablaba sobre ellas. 
No hubo presión, ni engaño en los llamados que hacían los líderes para cubrir estas necesidades, ni intenciones deshonestas.
La gente conocía las necesidades y cómo se utilizaría el dinero. 
Por  tanto, dieron de manera espontánea y alegre. 
No fueron amenazados con el castigo de Dios, ni sobornados con las bendiciones de Dios. 

En otras palabras, no dieron por temor a lo que Dios pudiera hacerles si no ofrendaban, ni por la idea de que Dios les recompensaba con más posesiones.
Dieron simplemente porque el amor de Dios les movió a ayudar a sus hermanos y hermanas en Cristo. 
Eran diferentes y dieron según el Espíritu Santo les movía a hacerlo. 

3) Se daba De Acuerdo A La Necesidad. 
Los dirigentes distribuyeron o dieron los fondos "según la necesidad de cada uno". 
El sistema de apoyo en la iglesia de Jerusalén estaba trazado para ocuparse de las necesidades reales de la gente, ni más, ni menos. 
Todos recibían su parte correcta. 
Esto era posible porque la gente necesitada era conocida por todos los que estaban en su grupo de comunión casera, no eran extraños.
Cualquiera que fuera un vago o que no quisiera trabajar, ni servir en la comunidad, recibía muy poca ayuda. 

La gente egoísta y necia que contraía enormes deudas, no podía esperar que la iglesia se las pagara. 
La iglesia nunca será culpable de no ayudar un comportamiento irresponsable.
Existe una disciplina u orden divino que Dios desea que nosotros sigamos. 
Siempre que nos entrampamos, nos colocamos bajo un yugo, y este será de estorbo para servir al Señor. 
Para los que se enfrentan con problemas financieros, existe una regla muy sencilla que deben seguir en el futuro: "Si no lo necesitas, no lo desees. Si no lo puedes pagar, no lo compres". 
El endeudarnos hasta el cuello no es que nos amargue e impida que sirvamos correctamente, sino que destruye nuestro testimonio en el mundo. 
Una señal de madurez espiritual es la utilización sabia de nuestro dinero.

5. La relación entre los miembros es La Clave

Hemos visto que la Iglesia primitiva tenía un sistema de apoyo emocional que ponía a los dirigentes en contacto con la gente. 
A partir de esta relación, se desarrolló un sistema de apoyo financiero. 
O sea, que no sólo se afrontaban las necesidades emocionales de la gente dentro de la comunidad cristiana, sino también las necesidades físicas y materiales.

Debido a que los líderes y su gente se conocían mutuamente en el Señor, se establecieron unas normas sabias y correctas, que no hubieron sido posibles si no hubiera existido esa confianza que da el trato cercano y conocerse bien.
El Señor dio Su bendición, "y ninguno entre ellos sufrió necesidad". 

3. El sistema de apoyo espiritual


En la Iglesia de Jerusalén se ministraban los unos a los otros, no sólo en la parte emocional y financiera, sino también en las que había necesidad espiritual. 
Esto se hacía mediante un sistema de apoyo espiritual que podía ser visto en sus congregaciones. 

1. Las relaciones cercanas: El Mejor Lugar Para El Crecimiento

El mejor lugar para que crezca un árbol frutal es un invernadero. 
Un invernadero es un lugar donde los árboles se ven protegidos, por una cubierta de los peligros externos. 
Sus raíces penetran profundamente en el terreno que es regado y enriquecido por un fertilizante. 
Sus ramas son podadas y cuidadas para que den el mejor fruto. 
Las enfermedades y plagas del árbol son tratadas inmediatamente. 
Es un escenario que fue cuidadosamente planeado para que todos los árboles pudieran resultar tan fructíferos como fuera posible. 
El convivir con los hermanos es como un invernadero. 
Es un lugar de protección. 

2. Las relaciones cercanas: El Mejor Lugar Para Aprender

Como personas que somos, aprendemos intentando y cometiendo errores. 
Los errores necesitan corrección, y  
La corrección que se administra en el amor de Dios nunca debe producir rechazo. 
El amor de Dios (Griego = ágape) llena los corazones de los líderes y miembros. 
¿Por qué debemos tener miedo a ser corregidos?
Si nos equivocamos, vamos a querer la corrección de aquellos que nos aman. 
Si estamos abiertos a la enseñanza y damos la espalda a la rebeldía, podemos cometer errores sin temor a ser rechazados.
Cuando sentimos que Dios quiere que hagamos algo, debemos pasar a la acción. 
Pero si tenemos miedo de cometer errores, esto no nos permitirá la "acción de fe" para actuar

La manera en que Pedro caminó sobre el agua con Jesús es un buen ejemplo. 
Pedro saltó de la barca y se puso a caminar por fe, pero cuando empezó a hundirse por el miedo, Jesús lo agarró y le enseñó acerca de los peligros de dudar de la Palabra de Dios. 
¿Qué pasó? Que después de haber aprendido la lección, Pedro volvió caminando con Jesús. 
La fe de Pedro, aún con sus subidas y bajadas, fue bendecida por Dios.  (Mateo 14:22-34). 

Sí, estar cerca de los hermanos es también un lugar donde podemos aprender a caminar seguros y sabiamente en el espíritu. 
• "Aprendemos"  haciendo, actuando.
• "Aprendemos" de lo que escuchamos cuando alguien hace y actúa.
No es bastante ser llamados y dotados por Dios. 
No es bastante saber que tenemos capacidades. 
Tenemos que aprender como "sobresalir": hacer las cosas bien conforme a los deseos de Dios para nosotros. 
Esto requiere tiempo, educación, dedicación y experiencia práctica. 

¿Y cómo adquirimos esta experiencia?  

1) Con Libertad para que el hermano pueda cometer errores ocasionales. 
2) Reconociendo los Límites. Esto significa que alguien debe verificar que lo que hacemos se ha hecho de manera correcta, para eso están nuestras autoridades. 
Y si no ha estado bien hecho, que sepamos reconocer honestamente nuestro error.
3) Sabiendo que somos falibles. Esto significa que podemos cometer errores. 
Nuestro carácter y nuestros dones deben desarrollarse juntos los hermanos: mano a mano. 
Nadie puede esperar convertirse en un gran "profeta" de la noche a la mañana. 

Hay un tiempo para aprender, entrenarnos y probar los caminos del Espíritu Santo de Dios. 
Entonces, cuando cometemos errores y experimentamos corrección, crecemos en nuestros dones y capacidades. 
El espacio que creamos con nuestros hermanos es un lugar ideal para este modelo bíblico. 

En la Iglesia primitiva, a los nuevos creyentes se les mostraba cómo moverse en el poder del Espíritu Santo. 
Podían aprender cómo hablar y actuar en fe en el orden divino. 
Eran animados y corregidos por los líderes en amor. 
Los nuevos creyentes podían crecer en carácter y en su llamado. 

Mira que Dios se interesa tanto en el "obrero" como en la "obra". 
Necesitamos el consejo de nuestros pastores, y la comunión con nuestros hermanos y hermanas para que crezcan ellos y crezcamos nosotros en el Señor. 
Aprendemos por medio de ministrar Su vida a los demás y los unos para con los otros. 
No fuimos creados para "arreglárnoslas solos". 

4. Poniendo en práctica los principios


Hemos visto como la congregación se enfrenta al reto de proveer los miembros unos a otros de apoyo emocional, financiero y espiritual. 
Sin embargo, debemos de tener en mente tres cosas cuando veamos que debemos ejercer este apoyo:

1. Debe Hacerse Cuidadosa Y Lentamente (Proverbios 21:5).
Dios no se apresura. Desea que las cosas se hagan sabiamente y bien. 
Esto significa que hay que poner un fundamento cuidadoso. 
No valen los consejos apresurados y poco meditados.

2. Tiene Que Hacerse A Partir De Un Corazón Dispuesto (Ex 25:2). 
La adoración, el trabajo y el servicio que agrada a Dios no pueden ser forzados. 
Esto es algo contrario a la ley del amor que debe ser expresado libremente. 

3. Tiene Que Hacerse Con Todos Juntos. (1 Co 14:23, 26, 31). 
El pensamiento clave en estos pasajes de la Escritura, es que los principios del sistema de apoyo sólo serán aprendidos cuando sean puestos en práctica. 
Aprendemos haciendo cosas los unos con los otros. 
La utilización que Pablo hace de la palabrita "todos", nos muestra una y otra vez con claridad que todos son una parte del ministerio. 
No es sólo para aquellos que por naturaleza son más sobresalientes y dotados. 
Todos tenemos un lugar y una función en el cuerpo de Cristo. 
En el plan divino de Dios, todos tenemos que aprender de los demás y junto a ellos mediante Su Espíritu. 

5. Resumen


Dios nos ha dado, sabiamente, principios y modelos divinos. Por medio de ellos Su voluntad para nuestro día puede ser hecha a través de Su pueblo. 
Cuando hemos ido a la Palabra de Dios, encontramos que: 

1. Cada Miembro es Un Sacerdote
Él ha puesto dirigentes en la Iglesia para equipar y preparar a todos los que somos sacerdotes reales por propio derecho. 

2. Cada Miembro Tiene Una función
Todos los miembros tienen un ministerio. 
Y esta función puede ser descubierta y desarrollada en el trato de los unos con los otros, dentro de las relaciones entre hermanos que se aman y que viven en amor de Dios en sus vidas. 

3. La relación de unos con otros es indispensable
Aquí podemos aprender con seguridad a: 
a. Adorar a Dios juntos; 
b. Servirnos juntos los unos a los otros
c. Salir a testificar al mundo 

Así, nos convertimos en miembros maduros del cuerpo de Cristo. Ésta es la voluntad de Dios y la manera de Dios.

Jerónimo Perles Moreno




miércoles, 29 de enero de 2014

La autoridad delegada (04.11.11)

Estudio dado en Huelva el 4 de Noviembre de 2011


Introducción


Esto quiere hacer referencia a la autoridad que Dios da a los hombres. 
Dios le confiere parte de Su autoridad a los hombres para el servicio a los santos.
Esto quiere decir también que si la da Dios, nadie la puede  tomar por si mismo. 
La autoridad viene de Dios y la iglesia la reconoce, así que nadie puede levantarse un día y decir "someteos a mi, que yo soy vuestra autoridad".
Dice en Juan 10:3 que "las ovejas escuchan la voz de su pastor y lo siguen". 
Por tanto, la iglesia reconoce la autoridad y no hay porqué imponerla.

Mateo 8:8-9: "Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra y mi criado sanará, pues también yo soy hombre bajo autoridad y tengo soldados bajo mis órdenes, y digo a este: "Ve", y va; y al otro: "Ven", y viene; y a mi siervo: "Haz esto", y lo hace."

La autoridad delegada debe estar bajo autoridad.
Para que una persona sepa tener autoridad es imprescindible que haya aprendido a vivir bajo ella. 
Este centurión antes tuvo que ser soldado, que al igual que yo, antes de tener a mi cargo personas, he tenido que estar antes a cargo de otro para poder aprender. 
No es buen jefe aquel que no ha pasado antes por lo que tu, porque nunca te va a entender bien.
En la Palabra vemos como los grandes hombres de Dios estuvieron bajo autoridad de otros hombres de Dios. 

Algunos ejemplos son:
Josué, que estuvo de siervo de Moisés, y fue el que tomó su lugar como autoridad del pueblo.
Eliseo, siervo de Elías, más tarde tuvo doble porción de la que tenía en su autoridad.
El profeta Samuel, bajo el sacerdote Elí.
David, bajo la autoridad de Saul.
Saúl y David, que aunque como reyes eran la autoridad delegada por Dios para el pueblo, y así toda Israel debía someterse y obedecerles a ellos, también ellos escuchaban y se sometían a los profetas.
Marcos con Pedro, Pablo con Bernabé, Timoteo con Pablo, estos ya en el Nuevo Testamento.

¿Y cómo queda el asunto después del Señor? 
Cuando Felipe predica en Samaria, como vemos en Hechos 8, muchas personas se convirtieron y eran bautizadas. 
Cuando lo oyeron los apóstoles enviaron a hermanos para ver que estaba pasando allí, así que los apóstoles eran la autoridad de Felipe.
En Hechos 11:1-18 Pedro mismo, apóstol como era, informa a la iglesia de lo que ha hecho entre los gentiles. 
En Gálatas 2:2-10, Pablo busca a los apóstoles en Jerusalén, se sujetó  a ellos y les expuso lo que había recibido del Señor por si estaba equivocado, y ellos le dan la mano en señal de confirmación 
En Hechos 14:26-27, Pablo y Bernabé dan cuenta de su viaje a la iglesia que lo envió y lo encomendó a la gracia de Dios.

También los ancianos, como vemos, están sujetos entre si. 
Este es uno de los motivos por el que Dios ha puesto a la iglesia bajo la autoridad de un equipo de hombres y no sobre uno solo.
Aunque el tema que nos ocupa está centrado en la iglesia, creo que debemos ver el tema de la autoridad delegada como un todo, así que vamos a ver por encima otros aspectos que nos hagan comprender que la autoridad abarca todos los ámbitos de la vida.

1. Aprediendo obediencia


1. En el mundo

1 Pedro 2:13-14: "Por causa del Señor someteos a toda institución humana, ya sea al rey, como a superior, ya a los gobernadores, como por él enviados para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien."

Como creyentes debemos obedecer a nuestros reyes y gobernantes en todo aquello que no vaya en contra de la Palabra de Dios, sabiendo que toda la autoridad proviene de Dios y que resistirla es resistir a Dios.

Romanos 13:1-2: "Sométase toda persona a las autoridades superiores, porque no hay autoridad que no provenga de Dios, y las que hay,  por Dios han sido establecidas. De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos."

Cuidado con lo que decimos de nuestro gobierno.
Aún cuando los gobernantes de las naciones no crean en Dios, y sus paises estén bajo el dominio de Satanás, el principio de autoridad se mantiene inalterado. 
Incluso cuando Jesús estuvo con nosotros, se sometió a las autoridades gobernantes (los romanos) y a las autoridades eclesiásticas (el sumo sacerdote). 
El pagó impuestos y nos enseñó a dar a César lo que es del César (Mateo 22:21).
Y cuando el sumo sacerdote le conjuró para que dijera si era el Cristo, el Señor obedeció de inmediato, reconociendo que ellos eran la autoridad en la tierra (Mateo 26:63-64).

La ley no está puesta para que tema el que hace el bien, sino para el que hace lo malo. 
Todas las leyes, da igual el pais, se derivan de la ley de Dios: Castigar lo malo y recompensar lo bueno. 
Y aunque algunos hacen lo contrario, llamar a lo malo bueno y viceversa, entendemos que es aberración, que es justo lo que pasará cuando llegue el anticristo, el hombre sin ley, que gobernará deformando todo el sistema legal y abiertamente nos dirá que lo malo es bueno y lo bueno malo.

Romanos 13:7: "Pagad a todos lo que debéis: al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra."

Según vemos en este versículo, los símbolos de la sujeción a las autoridades son cuatro: Tributos, impuestos, respeto y honra. 

Los hijos de Dios no debemos criticar con desconsideración al gobierno, aunque la tentación sea grande, porque hasta la policía que vemos en la calle ha sido instituida por Dios para realizar una tarea específica, así como Hacienda, y hasta las señales de tráfico. 
De la misma manera, debemos obedecer en el trabajo a los jefes y en el colegio a los maestros. 
La pregunta es: ¿Les escuchamos como autoridades delegadas de Dios? 
Es muy complicado obedecer si no vemos en ellos la autoridad de Dios.

2. En la familia

Efesios 5:22-24: "Las casadas estén sujetas a sus propios maridos,como al Señor, porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. 
Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo."

Dios ha dispuesto que los hombres representen a Cristo. 
Sería difícil que la mujer se someta al marido si no viera en él a la autoridad delegada. 
Así la mujer representa a la iglesia en sujeción (1 Corintios 11:3). 
Siendo así, si los miembros de nuestras familias nos ven a nosotros como autoridad seguro desaparecerán muchas dificultades en las casas.

Así es también en la relación entre padres hijos, tal como Dios lo ha establecido.
Efesios 6:1-4: "Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa, para que te vaya bien y seas de larga vida sobre la tierra. Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor."

3. En la iglesia

1 Tesalonicenses 5:12-13: "Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros y os presiden en el Señor y os amonestan. Tenedlos en mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros."

De la misma manera, Dios ha puesto hermanos que presiden la iglesia entre hermanos, enseñando, predicando, dedicados al servicio de Dios y de los santos. 
Es la voluntad de Dios que se les reconozca, sujetándose a ellos y obedeciéndolos.

En la iglesia, son los pastores los que representan la autoridad de Dios, los cuales a su vez deben delegar responsabilidades, (no porque sea decisiones personales de ellos, sino porque Dios los levanta), en otros siervos para dirigir otros asuntos (alabanza, diáconos, evangelismo, escuela domincal, etc....)
A estos obreros también hemos de saber reconocerlos y sujetarnos a ellos en ese área que dirigen, y de esta manera estar sujetos unos a otros 

1 Pedro 5:5: "Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad, porque "Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes"."

Debemos de tener en alta estima a nuestros pastores por su obra, ya que ellos son los que velan por nuestras almas y serán ellos los que habrán de dar cuenta a Dios por nosotros.
De verdad, es nuestra obligación orar por ellos, por visión y fortaleza para que su trabajo con nosotros no se haga con quejas por lo insoportable que hacemos su servicio, sino con alegría.
Si Dios mismo no ha tenido miedo de confiar Su autoridad a los hombres, ¿no podemos nosotros obedecer sin temor o sin reparos?
Mirad, si algo sale mal, la falta no será nuestra sino de las autoridades. (Comentario de mi trabajo como jefe).
En mi trabajo, si cualquiera de mis camareros hace algo indebido, a ellos no les va a llegar la más mínima queja, sino a mi, que como responsable, debo hacerme cargo de todos los errores del departamento.

Y ahora viene la pregunta: ¿Y si la autoridad es injusta? 
La respuesta es: Si Dios arriesga en confiar su autoridad a los hombres, debemos arriesgarnos en obedecer, porque el Señor hará responsable a las autoridades delegadas por sus actos equivocados
¿Y  cuál es la medida de la obediencia?
Sumisión y obediencia no son lo mismo. 
La sumisión es una cuestión de actitud, y la obediencia es una cuestión de conducta. 
Ser sumiso es una elección, ser obediente es una obligación

En Hechos 4:19, Pedro y Juan les respondieron al concilio: "Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que Dios". 
Su actitud no era rebelde, ya que se sometían a los que estaban  en autoridad, pero su obediencia no era sumisa.
La diferencia es que hay que obedecer a las autoridades mientras estas no actuen contrariamente a los principios cristianos, osea, lo que nos dice la Biblia. 
Pero cuando la autoridad delegada (los hombres que representan a Dios) y Dios mismo entran en conflicto, podemos ser sumisos, pero no rendir obediencia a la autoridad delegada. 
Pero repito, la única guia que nos indica que es correcto es la Palabra misma, y no podemos en ningún caso apoyar nuestras quejas en cosas ajenas a la Escritura.

En resumen, la obediencia tiene relación con como nos comportamos, o sea, que es relativa, te la doy conforme  sea apoyada con la verdad de las escrituras. 
En cambio, la sumisión tiene relación con la actitud del corazón, osea, que debe ser absoluta.
Solo a Dios le debemos obediencia absoluta y sin medida. 
Toda persona inferior solo puede recibir obediencia limitada.
Si la autoridad delegada da una orden que claramente contradice un mandato de Dios, se le rendirá sumisión pero no obediencia. 
Esto es, me someto a ti que eres mi autoridad, pero no me pidas que haga algo que vaya contra la Palabra de Dios porque no voy a obedecerte.

Ejemplos en la Biblia: 

En Exodo 1:17, vemos a las parteras como la madre de Moisés desobedecieron el decreto del Faraón al guardar la vida de Moisés, y sin embargo, se las consideró mujeres de fe.
En Daniel 6:10, vemos que Daniel oraba a Dios desobedeciendo el mandato del rey. 
Sin embargo, fue sumiso y se sometió al rey al ser arrojado a los leones.
En Mateo 2:13, José tomó al Señor y huyó a Egipto para evitar que Herodes le diera muerte.
Pedro predicaba el evangelio contrariamente a lo que mandaba el consejo gobernante, ya que era justo obedecer a Dios antes que a ellos. 
Pero se dejó llevar a la cárcel por ellos.
Si leemos Hechos 15, vemos un ejemplo perfecto de lo que puede ser una iglesia en sesión. 
Pueden haber sugerencias y debates, pero una vez que se adopta una decisión todos deben aprender a someterse a ella.

Si los mismos ángeles están bajo autoridad, que incluso habiendo caido ningún ángel se atreve a maldecir a aquellos que una vez fueron superiores (Judas 9, cuando el arcángel Miguel fue obstaculizado por Satanás, y todo lo que le dijo fue :"El Señor te reprenda").

Si los mismos ángeles actuan así, ¿somos como aquellos de los que Pedro habla en 2 Pedro 2:10-11: "Y mayormente a aquellos que, siguiendo la carne, andan en placeres e inmundicia, y desprecian el señorío. Atrevidos y obstinados, no temen decir mal de los poderes superiores, mientras que los ángeles, que son mayores en fuerza y en poder, no pronuncian juicio de maldición contra ellos delante del Señor."

2. El mal uso de la autoridad delegada


¿Quiere decir lo anterior que la autoridad delegada tiene siempre la razón? En ninguna manera.
La autoridad delegada de Dios representa a Dios mismo, y por tanto, sus actos y decisiones deben ser conformes a las de Dios. 
Cuando Dios le dijo a Moisés que le hablara a la peña para que brotara agua de ella, Moisés falló porque se airó contra el pueblo que murmuraba por la falta de agua en  el desierto. 
Golpeó dos veces la roca con la vara. 
¿Qué pasó? Que Dios castigó y reprendió a Moisés, porque El que era representante y profeta de Dios, mostró un enojo que Dios mismo no tenía hacia su pueblo.

La sujeción y la obediencia del creyente hacia su autoridad delegada no puede estar fundamentada en el temor, en el resentimiento, sino en el reconocimiento en confianza y en amor. 
Como dice en Juan 10:3, las ovejas siguen a su pastor no porque las golpea, sino porque estas conocen su voz, y saben que el las cuida y las ama y confían en él. 
Si otro las llama y les dice que ahora va a ser su pastor, las ovejas no reconocerán la voz y no acudirán.

1 Pedro 5:2-3 dice: "apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey."

La autoridad hay que ejercerla tal y como Jesús la ejercía. 
A la luz de este texto vemos:
1- Debe de cuidarla voluntariamente, de corazón.
2- No debe buscar ganancias deshonestas, tanto materiales como de otro tipo, como posiciones privilegiadas.
3- No como teniendo señorío sobre el rebaño. 
El Señor del rebaño solo es uno, Jesucristo, y nosotros, seamos quien seamos y tengamos el cargo que tengamos, solo somos siervos del rebaño, como dice en Mateo 20:27: "y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo".
El pastor debe saber que no es el jefe, sino el siervo. 
Dios lo ha levantado para servir. 
Cuidado con llenar las agendas, con tareas siempre pendientes, de manera que el rebaño no puede llegar a ellos. 
Las ovejas obedecemos más por amor y respeto que por temor.

Y por último, la autoridad delegada debe tener cuidado de reprender el pecado cuando lo haya. 
En 1 Samuel 2:27-36, el sacerdote Elí hizo la vista gorda con el pecado de sus hijos, cuando engañaban en cuanto a los sacrificios, obligando a aquellos que venían a darles la parte cruda de lo sacrificado y no la hervida como era la costumbre, y Dios los castigó a todos tanto por el pecado como por no haberlo reprendido.

Qué puede decir el dueño del rebaño al siervo que no administró correctamente la autoridad delegada por Dios. 
Eso en cuanto a la autoridad, pero en cuanto a la oveja, se plantea la mayor exigencia: 
La obediencia a la voluntad de Dios. 
Y el peligro que corremos cuando no lo hacemos es caer en la rebelión.

No podemos seguir el ejemplo de Saul, en el pasaje de 1 Samuel 15, en el que Saul no obedeció a Dios y perdonó al rey de los amalecitas junto con lo mejor del ganado, creyendo que su criterio era  mejor que la orden que había recibido, pero como Samuel le dijo en el versículo 22: "Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención mejor que la grosura de los carneros".
Si ha de haber sumisión, es necesario eliminar el yo, o el nosotros ¿porqué? 
Porque siendo nosotros en nuestra naturaleza caemos en peligros que la Palabra nos revela. 

Algunos ejemplos más:

La caida de Adán y Eva
La caida (Genesis 3:1-6) se produjo por no obedecer a la autoridad. 
En vez de obeceder a Adán, Eva tomó su propia decisión, con las consecuencias que ya conocemos.

El fuego extraño ofrecido por Nadab y Abiú
Pocos ejemplos tan claros como este. Levitico 10:1-2: "Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario, pusieron en ellos fuego, le echaron incienso encima, y ofrecieron delante de Jehová un fuego extraño, que él nunca les había mandado. Entonces salió de la presencia de Jehová un fuego que los quemó, y murieron delante de Jehová.".

Vamos a pararnos un momento en este pasaje y sacar algunas conclusiones:
Nadab y Abiú eran sacerdotes (como nosotros), no porque fueran especialmente buenos o rectos (como nosotros) sino porque eran de la familia que Dios había escogido (como nosotros). 
Aarón era su padre y fue puesto como sacerdote, y el aceite de la unción había sido derramado sobre su cabeza (como nuestros pastores). 
En todos los asuntos del servicio Aarón era su jefe (el pastor), sus hijos eran los ayudantes y obedecían las órdenes de su padre (como nosotros). 
Dios nunca tuvo la intención de dejar que Nadab y Abiú (nosotros) sirvieran independientemente de su padre.
Nadab y Abiú habían visto muchas veces como trabajaba su padre, ellos consideraban que era sencillo, así que supusieron que ellos podrían hacer lo mismo. ¿Qué hicieron? 
Ofrecer sacrificio sin que la autoridad estuviera presente. 

Pero Dios lo vio como fuego extraño, que significa que ellos sirvieron sin obeceder a la autoridad, lo hicieron en su entendimiento.
El problema es que servir a Dios y ofrecer fuego extraño parece ser igual, pero no hay relación entre ellos. Ellos ofrecieron sacrificio, ¿qué había de malo?

Pues que cuando el hombre sirve bajo la autoridad de Dios su trabajo es aceptado. 
En Su obra, Dios pone a algunos para estar en autoridad, junto a otros que deben estar bajo autoridad.
Cualquiera que siga eso de "si él puede, yo también", está en rebelión. 
Eso hizo Satanás, que quiso hacer lo que Dios, y lo que hicieron Adán y Eva que quisieron ser como Dios.

Muchos tratan de servir independientemente, sin estar sujetos a la autoridad, y sin saberlo pecan contra la autoridad de Dios aunque creen que trabajan para Dios.
Muchos se consideran obedientes a Dios. 
El que de veras es obediente verá Su autoridad en todas las circunstancias y lugares: en el hogar, en el trabajo, en el colegio, en los semáforos, en los gobiernos, y por supuesto, en la iglesia.

Cuando Aarón y María murmuraron contra Moisés, Dios dijo: "¿Porqué no tuvistéis temor de hablar contra mi siervo Moisés?". 
Somos muchos los que hablamos en contra de los responsables de la iglesia o de otros que están por encima de ellos, y no nos damos cuenta de la gravedad de hablar así.

Por último, vamos a ver la autoridad y la obediencia llevada a la perfección, de la que tenemos que sacar el ejemplo, tanto ovejas como autoridades: la de Jesucristo

2. La obediencia de Jesucristo


Hebreos 5:7-9: "Y Cristo, en los días de su vida terrena, ofreció ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que lo podía librar de la muerte, y fue oído a causa de su temor reverente. Y, aunque era Hijo, a través del sufrimiento aprendió lo que es la obediencia; y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que lo obedecen".

La Biblia nos dice que Jesús y el Padre son uno. 
Sabemos que en el principio era el verbo y el verbo era Dios. 
Los cielos y la tierra fueron hechas por el verbo. 
La gloria que Dios tenía en el principio era también la gloria del Hijo. El Padre y el Hijo existen por igual y son iguales en poder y posesión. 
Y dice la escritura, sin embargo que "no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse".

Para Cristo, el ser obediente no es algo tan sencillo, porque para El es mucho más difícil ser obediente que crear los cielos y la tierra. 
Tuvo que despojarse de toda la gloria y el poder de su condición divina, y tomar forma de siervo, para poder obedecer. 
Cristo fue obediente hasta la muerte, muerte muy dolorosa y llena de verguenza, y Dios lo exaltó hasta lo sumo, hasta el máximo. 
Dios exalta al que se humilla, y esto es un principio divino.

Por tanto, hermanos, una persona de Cristo es una persona llena de obediencia. 
Vemos en el versículo 8 nos dice que Cristo "aprendió la obediencia por las cosas que padeció".
Nosotros también padecemos cosas, a veces injustas o erróneas, pero por ellas aprenderemos obediencia. Cristo no trajo la obediencia a la tierra, El la tuvo que aprender.

De esta manera sigamos el ejemplo. 
La obediencia a las autoridades puede traer ocasionalmente sufrimiento, pero es necesario para saber sujetarnos y aprender obediencia. 
De la misma forma, el que sea autoridad delegada, debe saber que su papel es el de ser siervo y que por sus decisiones será  llamado por el Señor a dar cuentas por el rebaño.

Jerónimo Perles Moreno