Estudio dado en Huelva y Lepe el 18 de Octubre del 2012
Introducción
Las palabras de Jesús a los discípulos nos presentan con nitidez quien es este Espíritu Santo (Juan 14:16,17).
A través del Padre, y por medio del Hijo, surge esta tercera persona que habría de estar con nosotros todos los días
Clemente de Roma, obispo de esta misma ciudad en el siglo 1, expresó acertadamente esta misma idea, dándole al ES el mismo rango de importancia.
Este mismo hombre, deportado por el emperador Trajano, fue echado al mar con un ancla atada al cuello
A lo largo de las páginas de la Biblia, la persona y la obra del Espíritu Santo, aparece de forma constante y clara.
Por ejemplo, en el Nuevo Testamento se menciona la persona y la obra del Espíritu de Dios en 261 pasajes:
56 veces en los Evangelios, 57 veces en el Libro de los Hechos, 112 veces en las epístolas paulinas y 36 veces en el resto de los libros.
Como cristianos, como creyentes, debemos aceptar el desafío que nos hace la Palabra de Dios, que es vivir en el Espíritu (Romanos 8:9)
En esta lección dedicada al Espíritu Santo, vamos a trazarnos varios objetivos:
El primero, vamos a conocer lo que la Palabra de Dios dice acerca de El
En segundo lugar, vamos a tratar de darnos cuenta de la necesidad que como creyentes tenemos de la persona y el ministerio y obra del Espíritu Santo
Y tercero, vamos a crear una motivación para comprometernos a buscar más del Espíritu Santo en nuestras vidas.
Esto lo vamos a realizar a través de 7 temas a tratar en esta lección:
Vamos a ver la persona del ES
Veremos también que el ES es una persona que es Dios
Vamos a ver que nombres y títulos recibe el ES en la Biblia
Veremos también la simbología del ES en la palabra, es decir, a que se representa cuando hablamos de El y de su obra
También haremos énfasis en el fruto del ES. Que es capaz de hacer el Es en nosotros
Veremos que es esto del bautismo en el ES, su porqué y su efecto en los creyentes
Y por último, veremos que es la llenura del ES en el creyente, lo que representa en el vivir del nacido de nuevo. Empecemos
1. La persona del ES
El Espíritu Santo es Dios y es una de las tres personas de la Trinidad, por lo tanto, tiene atributos personales y divinos.
Siendo Dios un Dios trino, podemos esperar que todos los atributos se cumplan por igual en cada una de las personas que la conforman.
Para que un ser sea considerado como poseedor de personalidad, ha de cumplir con tres atributos: debe poseer consciencia (debe saber qué hace), debe tener voluntad propia y debe desarrollar sentimientos.
Tu eres tu por estas mismas características
El ES es poseedor de inteligencia (Lucas 12:12; Juan 14:26… Romanos 8:27; 1 Corintios 2:13)
Según vemos, el ES lo sabe todo y estará encargado de hacernos recordar. Es evidente que tiene capacidad cognitiva
El ES tiene voluntad (1 Corintios 12:11; Hechos 2:4)
El hecho de que pueda decidir por si mismo muestra que tiene voluntad propia
El ES tiene emociones (Isaías 63:10; Hechos 5:3….. Romanos 15:30; Efesios 4:30)
Vemos que el ES se enojó y se entristeció, por lo que vemos también rasgos de personalidad
También tiene que desarrollar una actividad reconocible, es decir que actúa por si mismo de manera independiente
Por ejemplo, vemos que el ES habla (Hechos 8:29),
enseña (Juan 14:26),
defiende a su pueblo (Isaías 59;19), convence al pecador de su error, (Juan 16:8)
guía (Juan 16:13), y testifica (Romanos 8.16)
intercede (Romanos 8:26,27)
prohíbe y también permite(Hechos 16:6-10)
hace recordar (juan 14:26), y escudriña (1 Corintios 2:10)
nos capacita (1 Corintios 12:11) y da gloria a Cristo (Juan 16:14,15)
respalda a la iglesia en nuestra misión (Hechos 1:8), y produce fruto en nuestro corazón (Gálatas 5:22,23)
imparte los dones a la iglesia (1 cor 12:4-7) y da ordenes (Hechos 10:19-20)
comisiona (Hechos 13:2), y testifica de Cristo (Juan 15:26)
nos advierte del error (1 Timoteo 4:1), y selecciona a los líderes (Hechos 20:28)
interviene en las decisiones de la iglesia, dando su parecer (Hechos 15:28)
Vemos entonces que el ES desarrolla una tarea clara y evidente
Ahora vamos a ver que el ES es Dios en si mismo, siendo una persona de la Trinidad
En Hechos 5:5 dice: “Al oir Ananías estas palabras, cayó y expiró. Y sobrevino un gran temor sobre todos los que lo oyeron”.
Esto pone de manifiesto sus atributos divinos. Sólo Dios es omnipresente, omnisciente, omnisapiente, eterno y omnipotente. La Palabra de Dios revela al Espíritu Santo con todos estos atributos, que normalmente damos a Dios:
Por ejemplo:
EL ESPÍRITU SANTO ES OMNIPRESENTE (Salmo 139:7-10) El Espíritu Santo está en todos sitios
EL ESPÍRITU SANTO ES OMNISAPIENTE (Isaías 40:13,14) El Espíritu Santo lo conoce todo, no necesita aprender, pues todo es salido de El
EL ESPÍRITU SANTO ES OMNIPOTENTE (Génesis 1:2; 1:26) Aquel que hizo los cielos y la tierra, que estuvo presente en la creación, es todopoderoso
EL ESPÍRITU SANTO ES ETERNO (Hebreos 9:14) Un espíritu que es eterno, que estuvo al principio y estará presente siempre. Eterno significa que existe desde siempre y para siempre.
EL ESPÍRITU SANTO ES OMNISCIENTE (Hechos 5:1-3) El Espíritu Santo lo sabe todo. Conoce como Dios que es todo lo oculto.
EL ESPÍRITU SANTO ES IGUAL AL PADRE Y AL HIJO (Efesios 2:18)
La Palabra de Dios revela al Espíritu Santo unido en acción juntamente con el Padre y el Hijo.
Trabajaron juntos en la creación (Génesis 1:26), en la concepción de Jesús (Lucas 1:35), en el bautismo de Cristo (Lucas 3:21,22).
Su nombre aparece en las palabras de bendición de Pablo a los corintios, junto al Padre y al Hijo, evidenciando su deidad absoluta (2 Corintios 13:14)
2. Los nombres y títulos del ES en la Biblia
La doctrina del Espíritu Santo se enriquece y se muestra claramente mediante los nombres o títulos que a Él se refieren y que descubrimos en la Biblia.
Esos títulos nos hablan de relación, identidad y/o función
TÍTULOS QUE INDICAN RELACIÓN:
El Espíritu de Dios (1 Co. 3:16)
El Espíritu del Dios vivo (2 Co. 3:3)
El Espíritu de Cristo (Ro. 8:9)
El Espíritu del Señor (2 Co. 3:17)
Vemos por tanto su relación con Dios padre y Dios hijo
TÍTULOS QUE INDICAN IDENTIDAD Y/O FUNCIÓN.
El Espíritu Santo (Lc. 11:13)
El Espíritu eterno (He. 9:14)
El Espíritu de verdad (Jn. 16:13)
El Espíritu de gracia (He. 10:29)
El Espíritu de gloria (1 P. 4:14)
El Espíritu de vida (Ro. 8:2)
El Consolador (Jn. 14:26)
El Espíritu de la promesa (Ef. 4:13)
El Espíritu de adopción (Ro. 8:15)
El Espíritu de santidad (Ro. 1:4)
Vemos por tanto que es Santo, es eterno, es dador de vida, y que tiene la función de guiar a la verdad, dar gracia, es glorioso, es el sello de la promesa, es nuestro consuelo, nuestro adoptador, y es Santo. Todos estos atributos son dados solo a Dios, y por tanto, el ES es Dios
3. La simbología del Espíritu Santo
El Espíritu Santo es representado como aceite, que está relacionado con el ungimiento para el servicio (Hch. 10:38).
El Espíritu Santo es representado como agua, lo que puede indicar vida y purificación
(Is. 44:3)
El Espíritu Santo es representado como paloma, lo que puede hacer referencia a la pureza, la paz y modestia (Jn. 1:32). La paloma es símbolo de paz desde tiempos de Noé, como declaración del final del diluvio
El Espíritu Santo es representado como las arras de nuestra herencia, lo que indica una fianza, una señal, una garantía del pago completo y final (2 Co. 1:22; 2 Co. 5:5).
El Espíritu Santo es representado como un sello, haciendo referencia a una certificación de propiedad, o a una transacción terminada (Ef. 1:13; 2 Co. 1:22).
4. El fruto del Espíritu Santo
Dos maneras de ver Gálatas 5:22-23:
Algunos comentaristas han dicho que el fruto es el amor y los demás son una consecuencia de éste.
Otros lo ven como un fruto en nueve partes.
Cualquiera que sea la interpretación, lo que no se puede perder de vista es que el fruto del Espíritu debe estar presente en todos los creyentes y que constituye el distintivo de una vida en el Espíritu.
La lista paulina del fruto del Espíritu.
Vamos a ver algunos pasajes donde se expresan estos frutos
El fruto del Espíritu es el Amor (1 Jn. 4:7-11)
El fruto del Espíritu es Gozo (Hechos 20:24)
El fruto del Espíritu es Paz (Isaías 32:17).
El fruto del Espíritu es Paciencia (Gálatas 5:22).
El fruto del Espíritu es Benignidad (Santiago 3:17-18).
El fruto del Espíritu es Bondad (Efesios 5:9).
El fruto del Espíritu es Fe (Romanos 1:17).
El fruto del Espíritu es Mansedumbre (1 Pedro 5:5).
EL BAUTISMO EN EL ESPIRITU SANTO
El bautismo del Espíritu Santo es una experiencia que todo creyente debe disfrutar.
No conduce a la salvación, pero los salvos deben anhelarlo.
Es una promesa de Dios para todos los que han conocido a Jesucristo y se han arrepentido de sus pecados.
EL BAUTISMO CON EL ESPÍRITU SANTO EN LA BIBLIA.
El bautismo del Espíritu Santo se describe en la Biblia de diferentes maneras:
(1) Como una promesa de Dios (Joel 2:28)
Otros Vrs. Ezequiel 36:27; 37:14; 39:29; Isaías 32:15; 44:3; Zac 12:10; Lc 24:49; Hch 1:4).
(2) Como un derramamiento (Hechos 10:45)
Otros Vrs.
Joel 2:28; Hch 2:17, 18, 33; 10:45; Tito 3:5,6
(3) Como un bautismo (Hechos 1:5)
(4) Como un don (Hechos 2:38)
EL PROPÓSITO DIVINO DEL BAUTISMO CON EL ESPÍRITU SANTO.
¿Con qué propósito créeis que fue prometido el ES a los discípulos?
Porque fue prometido en su ministerio terrenal y reiterado momentos antes de su ascensión a los cielos (Hch. 1:4,5; 11:16).
Él les diría a sus seguidores que ese bautismo los capacitaría para ser sus testigos en cualquier parte del mundo.
Hecho que fue cumplido durante la fiesta de Pentecostés en el Aposento Alto (Hch. 2:1-3).
LA EVIDENCIA DEL BAUTISMO CON EL ESPÍRITU SANTO.
En el Nuevo Testamento existen cinco relatos, donde los creyentes son bautizados con el Espíritu Santo (Hch 2:4; 8:14–25; 9:17–20; 10:44–48; 19:1–7).
En tres de estos cinco pasajes, Lucas describe lo que ocurrió inmediatamente al descenso del Espíritu en los creyentes.
Él resalta que aquellos creyentes que recibían el Espíritu Santo, tenían la señal inequívoca de hablar en un idioma desconocido (Hch 2:4; 10:44–48; 19:1–7).
Esta era la reiterada señal que evidenciaba que había tenido lugar la experiencia sobrenatural del Bautismo con el Espíritu Santo.
LA LLENURA DEL ESPÍRITU SANTO.
La llenura del Espíritu Santo es una experiencia sobrenatural y potenciadora que experimenta el creyente a causa de su búsqueda espiritual continuada.
Es la evidencia de una vida plena en el Espíritu
La llenura del Espíritu Santo es tanto un estado como un evento, es decir, que es un estado en el que podemos vivir y es algo que pasa puntualmente como una experiencia renovadora.
Podemos y debemos vivir llenos del Espíritu Santo, pero además, seremos llenos en ocasiones muy evidentes y particulares.
LOS RESULTADOS DE UNA VIDA LLENA DEL ESPÍRITU SANTO.
Un gozo evidente y renovado (Hch. 13:51,52).
Valor para defender la fe (Hch. 4:8).
Autoridad para enfrentar a los que se oponen al evangelio (Hch. 13:9,10).
Capacitación sobrenatural para servir (Hch 1:8; 6:3, 8; 11:24).
Gracia particular para exhortar (Hch. 11:22-24).
Y poder para demostrar el mensaje del evangelio con señales y milagros (Hch. 6:8).
REQUISITOS PARA SER LLENOS DEL ESPÍRITU SANTO.
La fe.
El arrepentimiento.
El anhelo por las cosas de Dios.
La obediencia.
Conclusiones
Como creyentes nacidos de nuevo debemos conocer al Espíritu Santo.
Nos corresponde conocer quién es el Espíritu Santo, sus atributos personales, las pruebas de su deidad, sus nombres y títulos, los emblemas que lo representan, el fruto que produce en los que creen, el significado y la relevancia de su bautismo y la llenura que él proporciona a los que le sirven.
Es bueno recordar que el Espíritu Santo es más que una doctrina; es Dios y desea tener una cercana relación con cada cristiano.
Desea capacitarlo para la vida y el servicio.
Sobre todo, desea ser el Ayudador y el Consolador que ha sido enviado para estar a nuestro lado “todos los días, hasta el fin del mundo” (Mt. 28:18).
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